El insomnio puede ser una pesadilla para muchos, pero hay algunas formas efectivas de mejorar tu higiene del sueño. Aquí te presentamos algunas de las mejores formas de lograrlo.
Mantén una rutina regular de sueño: Asegúrate de ir a la cama y despertarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular el reloj interno de tu cuerpo y a prepararte para dormir y despertar en momentos específicos.
Crea un ambiente relajante para dormir: Asegúrate de que tu habitación sea oscura, tranquila y cómoda. Usa cortinas opacas o una máscara para los ojos si necesitas bloquear la luz. Usa tapones para los oídos o un ruido blanco si el ruido te molesta.
Evita los estimulantes antes de dormir: Evita la cafeína, el alcohol y la nicotina varias horas antes de acostarte. Estos pueden mantenerte despierto o interrumpir tu sueño.
Haz ejercicio regularmente: El ejercicio regular te ayudará a dormir mejor, pero evita hacer ejercicio justo antes de acostarte, ya que esto puede tener el efecto contrario.
Establece una rutina de relajación antes de dormir: Toma un baño caliente, lee un libro o escucha música relajante antes de dormir. Esto ayudará a preparar tu cuerpo y mente para dormir.
Limita la exposición a la tecnología: La luz azul emitida por las pantallas de los dispositivos electrónicos puede interferir con tu sueño. Limita el uso de la tecnología antes de acostarte o usa un filtro de luz azul en tus dispositivos.
Evita las siestas largas: Las siestas largas pueden interferir con tu sueño nocturno. Si necesitas dormir durante el día, haz una siesta corta de 20 a 30 minutos.
Siguiendo estas prácticas de higiene del sueño, puedes mejorar tu capacidad para dormir mejor y aumentar la calidad de tu sueño. Si tus problemas de insomnio persisten, consulta con un profesional de la salud mental o un especialista en trastornos del sueño para obtener asesoramiento y tratamiento adicional.


