La comunicación no violenta (CNV) es un proceso que nos ayuda a expresar nuestras necesidades y sentimientos de forma honesta y respetuosa, sin juzgar ni culpar a los demás. La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) es una forma de psicoterapia que nos enseña a identificar y cambiar nuestros pensamientos irracionales que generan emociones negativas y comportamientos destructivos. Ambas herramientas pueden complementarse para mejorar nuestra comunicación y nuestras relaciones interpersonales. En este artículo te explicamos cómo.
La CNV se basa en cuatro pasos: observar la situación sin evaluarla, identificar los sentimientos que nos provoca, reconocer las necesidades que están detrás de esos sentimientos y hacer una petición concreta y positiva al otro. Por ejemplo, en lugar de decir «Eres un egoísta que nunca me escuchas», podríamos decir «Cuando hablo contigo y miras el móvil, me siento ignorado y frustrado porque necesito tu atención y comprensión. ¿Podrías dejar el móvil y escucharme con atención?».
La TREC se fundamenta en el principio de que no son las situaciones las que nos perturban, sino las creencias que tenemos sobre ellas. Estas creencias pueden ser racionales o irracionales. Las racionales son lógicas, flexibles y basadas en la realidad. Las irracionales son ilógicas, rígidas y distorsionadas. Por ejemplo, una creencia racional sería «Me gustaría que mi pareja fuera más cariñosa conmigo». Una creencia irracional sería «Mi pareja tiene que ser más cariñosa conmigo o si no no me quiere».
Para cambiar nuestras creencias irracionales por racionales, la TREC utiliza el método ABCDE. El A representa la situación activadora, el B la creencia irracional, el C la consecuencia emocional y conductual, el D la disputa o cuestionamiento de la creencia irracional y el E el efecto o cambio de la creencia irracional por una racional. Por ejemplo, si nuestra pareja no nos abraza al llegar a casa, el A sería esa situación, el B sería «Mi pareja no me quiere», el C sería sentirnos tristes y rechazados, el D sería preguntarnos si hay evidencia de que nuestra pareja no nos quiere o si hay otras posibles explicaciones para su comportamiento, y el E sería cambiar nuestra creencia por una más racional como «Mi pareja puede tener otros motivos para no abrazarme que no tienen que ver con su amor por mí».
Al combinar la CNV con la TREC podemos mejorar nuestra comunicación no violenta de dos formas: por un lado, podemos usar la TREC para modificar nuestras creencias irracionales que nos impiden comunicarnos de forma asertiva y empática. Por ejemplo, si creemos que tenemos que complacer a todo el mundo o que los demás deben hacer lo que nosotros queremos, podemos cuestionar esas creencias y sustituirlas por otras más racionales que nos permitan expresar nuestras necesidades y respetar las de los demás. Por otro lado, podemos usar la CNV para comunicarnos con nosotros mismos y con los demás de forma más efectiva y constructiva. Por ejemplo, si nos sentimos culpables por haber cometido un error o si alguien nos critica de forma agresiva, podemos usar la CNV para observar los hechos sin juzgarnos ni juzgar al otro, identificar nuestros sentimientos y necesidades y hacer una petición o una autoafirmación positiva.
En conclusión, la CNV y la TREC son dos herramientas muy útiles para mejorar nuestra comunicación no violenta y nuestras relaciones interpersonales. Al aplicarlas podemos aumentar nuestra autoestima, nuestra confianza y nuestro bienestar emocional.


