La depresión es una enfermedad que puede afectar muchos aspectos de nuestra vida, incluyendo nuestra sexualidad. La disminución del deseo sexual, la dificultad para alcanzar el orgasmo y la falta de interés en las relaciones sexuales son solo algunas de las formas en que la depresión puede afectar nuestra vida sexual.
La depresión puede tener un impacto negativo en nuestra vida sexual debido a los cambios químicos en nuestro cerebro. Las personas con depresión a menudo tienen niveles bajos de serotonina, una sustancia química que ayuda a regular nuestro estado de ánimo y nuestro deseo sexual. Además, la depresión puede afectar nuestra autoestima y la forma en que nos percibimos a nosotros mismos, lo que puede afectar nuestra capacidad para disfrutar del sexo.
Otro factor que puede afectar nuestra sexualidad cuando estamos deprimidos es la medicación que se utiliza para tratar la depresión. Algunos medicamentos pueden reducir el deseo sexual y dificultar la capacidad para alcanzar el orgasmo.
Es importante tener en cuenta que la depresión no solo afecta la vida sexual de la persona que la padece, sino que también puede tener un impacto en su relación de pareja. Cuando uno o ambos miembros de la pareja están deprimidos, puede ser difícil mantener una relación sexual satisfactoria.
Si estás lidiando con la depresión y sientes que está afectando tu vida sexual, es importante hablar con un profesional de la salud mental. Un psicólogo o terapeuta puede ayudarte a trabajar en tus emociones y pensamientos negativos que puedan estar afectando tu deseo sexual. Además, es importante hablar con tu médico sobre cualquier medicamento que estés tomando para la depresión y discutir cualquier efecto secundario que puedan estar afectando tu vida sexual.
Recuerda que la depresión no tiene por qué controlar tu vida sexual. Busca ayuda y trabaja en tu bienestar emocional y sexual.


