¿Por qué es importante aprender a perdonar?
El perdón es una herramienta que nos ayuda a liberarnos de cargas y a caminar livianos y felices por la vida. Nos ayuda a dejar rencores, deseos de venganza y sanar heridas. Pero, ¿qué significa perdonar? ¿Cómo podemos hacerlo? ¿Qué beneficios tiene para nuestra salud psicológica y física?
Perdonar significa remitir la deuda, la ofensa, la falta o el delito que alguien nos ha causado o que nosotros hemos causado a alguien. Implica aceptar una realidad dolorosa y reconciliarnos con ella. El perdón se puede ejercer en dos direcciones: hacia uno mismo y hacia los demás.
Perdonarnos a nosotros mismos significa dejar de ver nuestros errores del pasado como un aspecto negativo de nuestra identidad o como un motivo por el que avergonzarnos de quiénes somos, sino también como una referencia que nos ayuda a ver que hemos cambiado y que resultaría injusto tratarnos como si no hubiésemos progresado en la dirección correcta.
Perdonar a los demás significa asumir que las cualidades redentoras que muestra quien se comportó mal merecen que no rompamos totalmente la relación con esa persona, o que no adoptemos una actitud hostil ante ella “por defecto”. Aunque el perdón no tiene por qué significar olvidar o pasar por alto las acciones dañinas de alguien, permite dar segundas oportunidades, hacer posible que surjan nuevas alianzas y complicidades con quien fue injusto con nosotros o con alguien que nos importa.
Aprender a perdonar supone reforzar nuestra estabilidad emocional, restaurar el sentimiento de amor y confianza, siendo un elemento que mejora la convivencia social. Además, el perdón tiene efectos positivos para nuestra salud, ya que reduce el estrés, la ansiedad, la depresión, la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo podemos aprender a perdonar? No hay una fórmula mágica ni un método infalible, pero hay algunas claves que pueden ayudarnos:
– Reconocer el daño causado o recibido y expresar las emociones asociadas a él.
– Empatizar con la otra persona y tratar de comprender sus motivos, circunstancias y sentimientos.
– Asumir la responsabilidad de nuestros actos y pedir perdón si hemos hecho algo malo.
– Decidir conscientemente dejar ir el rencor, la culpa, el resentimiento o la venganza.
– Buscar el aprendizaje y el crecimiento personal que nos puede aportar la experiencia.
Perdonar no es fácil ni rápido, pero es posible y necesario. Perdonar es un acto de amor hacia nosotros mismos y hacia los demás. Perdonar es una forma de liberarnos del pasado y de empezar de nuevo.


