La compasión es la capacidad de sentir y compartir el sufrimiento de los demás, y de actuar para aliviarlo. Es una cualidad humana esencial que nos ayuda a conectar con nosotros mismos y con los demás, y que tiene beneficios para nuestra salud mental.
La compasión nos permite reconocer nuestras propias emociones y necesidades, y aceptarnos tal como somos, sin juzgarnos ni criticarnos. Esto nos ayuda a desarrollar una autoestima positiva y a enfrentar las dificultades de la vida con mayor resiliencia y optimismo.
La compasión también nos permite ser más empáticos y solidarios con los demás, y a establecer relaciones más sanas y satisfactorias. Al mostrar interés y cuidado por el bienestar de los demás, nos sentimos más conectados y menos solos, y reducimos el estrés y la ansiedad.
La compasión se puede cultivar mediante la práctica de ejercicios de atención plena, meditación, autoconocimiento y auto-cuidado. También se puede fomentar mediante la participación en actividades altruistas, voluntariado o apoyo social. La compasión es un recurso valioso para mejorar nuestra salud mental y nuestra calidad de vida.


