Entonces, ¿por qué la respiración y el estrés están conectados? Cuando estamos estresados, nuestros pensamientos pueden volverse bastante irracionales. Podemos empezar a pensar cosas como «no puedo soportar esto» o «esto es horrible». La TREC nos enseña a cuestionar esos pensamientos irracionales y a remplazarlos con ideas más racionales. Ahora, los ejercicios de respiración entran en juego como un complemento perfecto a este trabajo cognitivo.
Respiración diafragmática
Uno de los métodos más efectivos y simples es la respiración diafragmática o respiración profunda. Aquí tienes cómo hacerlo:
- Siéntate o acuéstate cómodamente.
- Coloca una mano en tu pecho y la otra en tu abdomen.
- Inspira profundamente por la nariz, llenando primero tu diafragma para que tu abdomen se expanda.
- Exhala lentamente por la boca, vaciando completamente tus pulmones.
Respiración 4-7-8
Este es otro ejercicio genial. Inhala durante 4 segundos, mantén la respiración durante 7 segundos y exhala durante 8 segundos. Este patrón de respiración no solo te ayuda a relajarte sino que también te brinda un momento para reflexionar sobre tus pensamientos, que es un aspecto clave de la TREC.
Respiración consciente o Mindful Breathing
La idea aquí es ser consciente de cada inhalación y exhalación. Al hacerlo, te centras en el momento presente, lo que puede ser útil para desafiar esos pensamientos irracionales que podrían estar alimentando tu estrés.
Entonces, la próxima vez que te sientas abrumado por el estrés, date un minuto para respirar. Acompaña estos ejercicios con la reevaluación de tus pensamientos a través de las técnicas de TREC y verás cómo puedes manejar el estrés de una manera mucho más efectiva.


