La terapia racional emotiva conductual (TREC) es un tipo de psicoterapia que se basa en el principio de que nuestros pensamientos influyen en nuestras emociones y comportamientos. Según esta terapia, muchas de las dificultades que experimentamos en la vida se deben a creencias irracionales o distorsionadas que nos generan emociones negativas como la ansiedad, la depresión o la ira.
La autoduda es una de esas creencias irracionales que nos impide alcanzar nuestros objetivos y desarrollar nuestro potencial. La autoduda se manifiesta como una falta de confianza en nuestras capacidades, una tendencia a minimizar nuestros logros y a magnificar nuestros errores, y un miedo excesivo al fracaso o al rechazo.
La TREC nos ofrece una serie de herramientas para superar la autoduda y cultivar la confianza. Estas herramientas se basan en tres pasos:
1. Identificar las creencias irracionales que nos generan autoduda. Por ejemplo: «Tengo que ser perfecto en todo lo que hago», «Si me equivoco, los demás me van a juzgar negativamente», «No soy lo suficientemente bueno para conseguir lo que quiero».
2. Cuestionar la validez y la utilidad de esas creencias. Por ejemplo: «¿Qué evidencia tengo de que tengo que ser perfecto en todo lo que hago?», «¿Qué consecuencias reales tendría si me equivoco?», «¿Qué cualidades y recursos tengo para conseguir lo que quiero?».
3. Reemplazar las creencias irracionales por otras más racionales y positivas. Por ejemplo: «No tengo que ser perfecto en todo lo que hago, solo tengo que hacer lo mejor que pueda», «Si me equivoco, puedo aprender de mis errores y mejorar», «Soy una persona valiosa y capaz de conseguir lo que me proponga».
La TREC nos ayuda a cambiar nuestra forma de pensar y de sentir sobre nosotros mismos y sobre las situaciones que enfrentamos. Al hacerlo, aumentamos nuestra autoestima, nuestra motivación y nuestra resiliencia. La TREC nos enseña a ser más racionales, más emocionales y más conductuales.


