Según la terapia racional emotiva conductual (TREC), una de las claves para mantener una relación de pareja saludable y satisfactoria es fomentar el sentido de aventura y exploración. Esto implica buscar nuevas experiencias, retos y aprendizajes que enriquezcan la vida en común y estimulen el crecimiento personal y mutuo.
La TREC es una modalidad de psicoterapia que se basa en el principio de que nuestras emociones y conductas están determinadas por nuestros pensamientos y creencias. Por lo tanto, si queremos cambiar cómo nos sentimos y cómo actuamos, debemos modificar nuestros patrones de pensamiento irracionales o distorsionados que nos generan malestar o conflicto.
En el ámbito de la pareja, la TREC nos ayuda a identificar y cuestionar las creencias irracionales que tenemos sobre el amor, la convivencia, la fidelidad, el compromiso, etc. Estas creencias pueden ser fuente de frustración, celos, infelicidad o resentimiento si no se ajustan a la realidad o a las necesidades de cada uno.
Una de las creencias irracionales más comunes es la de que la relación de pareja debe ser siempre estable, predecible y rutinaria. Esta creencia nos lleva a renunciar a nuestros intereses, pasiones y sueños personales por miedo a perder a nuestra pareja o a generar conflictos. También nos impide disfrutar de la novedad, la sorpresa y el descubrimiento que pueden aportar nuevas actividades, lugares o personas a nuestra vida.
La TREC nos propone cambiar esta creencia por una más racional y flexible: la relación de pareja puede ser dinámica, variada y divertida. Esta creencia nos anima a incorporar elementos de aventura y exploración en nuestra relación, como por ejemplo:
– Probar cosas nuevas juntos: desde un deporte extremo hasta una receta exótica, pasando por un curso de baile o un viaje improvisado.
– Aprender algo nuevo cada día: leer un libro, ver un documental, escuchar un podcast o asistir a una conferencia sobre algún tema que nos interese o nos intrigue.
– Compartir nuestros sueños y proyectos: expresar nuestras aspiraciones, metas y deseos personales y apoyarnos mutuamente para alcanzarlos.
– Respetar nuestra individualidad: tener espacios propios para dedicarnos a nuestras aficiones, amigos o familiares sin sentirnos culpables o amenazados.
– Sorprendernos con detalles: hacer un regalo inesperado, escribir una nota cariñosa, preparar una cena romántica o planear una escapada sorpresa.
Estas acciones pueden ayudarnos a mantener viva la chispa del amor, a fortalecer el vínculo afectivo y a enriquecer nuestra comunicación y comprensión. Además, pueden favorecer nuestra autoestima, nuestro bienestar y nuestra felicidad individual y compartida.
La TREC nos invita a ver nuestra relación de pareja como una aventura apasionante y una oportunidad de exploración constante. Así podremos disfrutar más del presente y del futuro juntos.


