Cómo usar la relajación muscular progresiva para reducir la tensión y la ansiedad.

2–3 minutos

 La relajación muscular progresiva es una técnica que consiste en tensar y relajar los diferentes grupos musculares del cuerpo de forma secuencial. Su objetivo es reducir la tensión física y mental que se acumula por el estrés, la ansiedad o las emociones negativas.

Esta técnica fue desarrollada por el médico estadounidense Edmund Jacobson en la década de 1920. Jacobson observó que la ansiedad se asociaba con una mayor contracción muscular involuntaria, lo que a su vez generaba más ansiedad. Por lo tanto, propuso que al relajar los músculos se podía romper este círculo vicioso y disminuir el nivel de activación nerviosa.

Los beneficios de la relajación muscular progresiva son varios. Entre ellos se encuentran:

– Mejora el sueño y la calidad del descanso.

– Reduce la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

– Alivia el dolor muscular y articular.

– Favorece la concentración y la memoria.

– Aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo.

– Disminuye la irritabilidad y el mal humor.

Para practicar la relajación muscular progresiva se recomienda seguir estos pasos:

1. Buscar un lugar tranquilo y cómodo, donde no haya ruidos ni distracciones. Se puede usar una música suave o una luz tenue para crear un ambiente relajante.

2. Adoptar una postura cómoda, ya sea sentado o acostado, con las piernas y los brazos ligeramente separados y las manos apoyadas sobre el abdomen o los muslos.

3. Respirar profundamente por la nariz y exhalar por la boca, de forma lenta y regular. Repetir este ejercicio varias veces hasta sentirse relajado.

4. Empezar a tensar y relajar los diferentes grupos musculares del cuerpo, siguiendo un orden ascendente o descendente. Por ejemplo, se puede empezar por los pies y subir hasta la cabeza, o al revés. Se debe tensar cada grupo muscular durante unos 5 segundos, sin llegar a sentir dolor, y luego relajarlo durante unos 10 segundos, notando la diferencia entre la tensión y la relajación.

5. Los grupos musculares que se pueden trabajar son: los dedos de los pies, los pies, las pantorrillas, los muslos, las nalgas, el abdomen, el pecho, los hombros, los brazos, las manos, el cuello y la cara.

6. Al terminar de trabajar todos los grupos musculares, se debe permanecer unos minutos en estado de relajación, disfrutando de la sensación de bienestar y tranquilidad que se ha logrado.

La relajación muscular progresiva es una técnica sencilla y efectiva para reducir la tensión y la ansiedad. Se puede practicar a diario o cuando se sienta necesario. Con el tiempo se puede ir perfeccionando la técnica y lograr una mayor relajación con menos esfuerzo.


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