Terapia Cognitivo Conductual: ¿qué es y cómo puede ayudarte?
La terapia cognitivo conductual (TCC) es un tipo de psicoterapia que te ayuda a modificar tus pensamientos y comportamientos que te causan malestar o dificultades en tu vida. La TCC se basa en la idea de que tus pensamientos influyen en tus emociones y en tus acciones, y que al cambiar la forma de pensar puedes mejorar tu bienestar.
La TCC es una terapia breve, estructurada y orientada a objetivos. Esto significa que se enfoca en resolver problemas concretos en un tiempo limitado, siguiendo un plan de trabajo acordado entre tú y tu terapeuta. La TCC también es una terapia activa y colaborativa, lo que implica que tú participas activamente en el proceso terapéutico, tanto en las sesiones como fuera de ellas, realizando tareas o ejercicios para poner en práctica lo aprendido.
La TCC se puede aplicar a una gran variedad de problemas psicológicos, como la depresión, la ansiedad, las fobias, el estrés postraumático, los trastornos alimentarios, el consumo de drogas, entre otros. La TCC también puede ayudarte a afrontar situaciones estresantes de la vida, como conflictos de pareja, pérdidas, enfermedades crónicas, etc.
La TCC utiliza diferentes técnicas para ayudarte a cambiar tus pensamientos y comportamientos negativos o irracionales. Algunas de estas técnicas son:
– Registro de pensamientos: consiste en anotar los pensamientos automáticos que te surgen ante situaciones que te generan malestar, y analizar su veracidad y utilidad.
– Reestructuración cognitiva: consiste en sustituir los pensamientos negativos o irracionales por otros más realistas y adaptativos, que te ayuden a sentirte mejor y a actuar de forma más eficaz.
– Exposición: consiste en enfrentarte gradualmente a las situaciones o estímulos que te provocan miedo o ansiedad, para reducir tu sensibilidad y aumentar tu confianza.
– Entrenamiento en habilidades sociales: consiste en aprender y practicar estrategias para comunicarte de forma asertiva, expresar tus opiniones y sentimientos, hacer peticiones o rechazar demandas, resolver conflictos, etc.
– Relajación: consiste en aprender y aplicar técnicas para reducir la tensión física y mental, como la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva o la meditación.
La terapia cognitivo conductual es una herramienta eficaz y científicamente validada para mejorar tu salud mental y tu calidad de vida. Si crees que puedes beneficiarte de esta terapia, no dudes en consultar con un profesional cualificado que pueda orientarte y acompañarte en este proceso.


