La depresión es una condición que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género o situación socioeconómica. A menudo, la depresión se manifiesta a través de una serie de síntomas emocionales, cognitivos y físicos que pueden interferir con la capacidad de la persona para llevar a cabo actividades diarias, relacionarse con los demás y disfrutar de la vida.
Sin embargo, existen opciones de tratamiento que pueden ayudar a las personas a mejorar su calidad de vida a pesar de la presencia de síntomas depresivos. Una de estas opciones es la terapia de aceptación y compromiso (ACT, por sus siglas en inglés).
La ACT se basa en la idea de que el sufrimiento humano es parte de la experiencia humana normal, y que es posible mejorar la calidad de vida a pesar de la presencia de síntomas depresivos. En lugar de centrarse en la eliminación de los síntomas depresivos, la ACT se enfoca en enseñar a las personas habilidades para aceptar y manejar el sufrimiento emocional, de manera que puedan enfocarse en sus valores y objetivos de vida.
En la ACT, los pacientes aprenden a identificar sus valores personales y a establecer metas relacionadas con esos valores. Luego, aprenden a tomar medidas concretas para trabajar hacia esas metas, a pesar de los síntomas depresivos que puedan estar experimentando.
Por ejemplo, si un paciente valora la conexión con los demás, el terapeuta puede ayudarlo a desarrollar habilidades sociales y a tomar medidas concretas para conectarse con los demás, incluso si se siente ansioso o deprimido al hacerlo.
La ACT también se enfoca en enseñar habilidades para el manejo del pensamiento. Los pacientes aprenden a observar sus pensamientos y a evaluarlos de manera más objetiva, en lugar de dejarse llevar por ellos. También aprenden a desapegarse de sus pensamientos y a no identificarse con ellos.
En general, la ACT puede ser una opción útil para las personas que experimentan síntomas depresivos y que quieren mejorar su calidad de vida. Si estás interesado en aprender más sobre la ACT, habla con un profesional de la salud mental para obtener más información.


