Según la terapia racional emotiva conductual (TREC), una de las formas de mejorar la calidad de vida y la salud mental es desarrollar una actitud de independencia y de interdependencia en una relación de pareja. Estos dos conceptos se refieren a la capacidad de satisfacer las propias necesidades y deseos sin depender excesivamente de la otra persona, y al mismo tiempo, de colaborar y apoyarse mutuamente en los proyectos y objetivos comunes.
La independencia implica tener una autoestima sana, una identidad propia y un sentido de autonomía. Una persona independiente se valora a sí misma y a su pareja por lo que son, no por lo que hacen o tienen. No necesita la aprobación constante de su pareja ni le exige que cumpla con sus expectativas. Tampoco se deja manipular ni controlar por su pareja ni intenta hacerlo con ella. Una persona independiente se siente libre y responsable de sus decisiones y acciones, y respeta la libertad y la responsabilidad de su pareja.
La interdependencia implica tener una visión compartida, una comunicación efectiva y una confianza mutua. Una pareja interdependiente se respalda y se anima en sus metas personales y profesionales, pero sin sacrificar su propia felicidad o integridad. Se comunica abierta y honestamente, expresando sus sentimientos, opiniones y necesidades sin temor al rechazo o al conflicto. Se confía el uno al otro, sin celos ni posesividad. Una pareja interdependiente se siente unida y comprometida, pero sin perder su individualidad.
Los beneficios de la independencia y la interdependencia en una relación de pareja son múltiples. Algunos de ellos son:
– Mejorar el bienestar emocional, al reducir el estrés, la ansiedad y la depresión que pueden causar las relaciones dependientes o conflictivas.
– Fomentar el crecimiento personal y profesional, al potenciar las fortalezas, los talentos y las capacidades de cada uno.
– Enriquecer la vida social, al ampliar el círculo de amistades y actividades de cada uno.
– Aumentar la satisfacción sexual, al favorecer el deseo, la intimidad y el placer mutuos.
– Fortalecer el vínculo afectivo, al basarse en el amor, el respeto y la admiración mutuos.
La terapia racional emotiva conductual (TREC) puede ayudar a las parejas a desarrollar una actitud de independencia y de interdependencia, mediante técnicas cognitivas, emocionales y conductuales que les permitan identificar y modificar sus creencias irracionales, sus emociones negativas y sus comportamientos disfuncionales que interfieren con su relación. Así, podrán disfrutar de una relación más sana, equilibrada y feliz.


