El perfeccionismo y la autoexigencia son dos rasgos que pueden afectar negativamente a nuestra salud mental y emocional. A menudo, las personas que se exigen demasiado a sí mismas o que buscan la perfección en todo lo que hacen, se sienten insatisfechas, frustradas, ansiosas o deprimidas. Estos sentimientos pueden interferir con su bienestar y su rendimiento en diferentes ámbitos de la vida, como el trabajo, el estudio, las relaciones o el ocio.
La terapia racional emotiva conductual (TREC) es un tipo de psicoterapia que puede ayudar a superar el perfeccionismo y la autoexigencia. La TREC se basa en la idea de que nuestros pensamientos influyen en nuestras emociones y comportamientos. Por lo tanto, si cambiamos nuestros pensamientos irracionales o distorsionados por otros más racionales y realistas, podremos mejorar nuestro estado de ánimo y nuestra conducta.
La TREC propone cuatro pasos para cambiar nuestros pensamientos:
1. Identificar los pensamientos irracionales o distorsionados que nos generan malestar. Por ejemplo: «Tengo que hacerlo todo perfecto», «Si no cumplo mis expectativas soy un fracaso», «Los demás me juzgarán si me equivoco», etc.
2. Cuestionar la validez y la utilidad de esos pensamientos. Por ejemplo: «¿Es cierto que tengo que hacerlo todo perfecto? ¿Qué evidencia tengo de ello? ¿Qué consecuencias tiene para mí exigirme tanto? ¿Me ayuda o me perjudica?»
3. Reemplazar los pensamientos irracionales o distorsionados por otros más racionales y adaptativos. Por ejemplo: «No tengo que hacerlo todo perfecto, basta con que haga lo mejor que pueda», «No soy un fracaso si no cumplo mis expectativas, solo soy un ser humano que puede aprender de sus errores», «Los demás no me juzgarán si me equivoco, y si lo hacen, eso no define mi valor como persona», etc.
4. Practicar los nuevos pensamientos hasta que se conviertan en hábitos. Esto implica repetirlos a menudo, escribirlos, leerlos, decirlos en voz alta, etc.
La TREC también nos enseña a aceptarnos a nosotros mismos y a los demás tal como somos, con nuestras virtudes y defectos, sin condiciones ni exigencias. Así podremos desarrollar una autoestima sana y una actitud más flexible y tolerante hacia la realidad.
Si quieres superar el perfeccionismo y la autoexigencia con la terapia racional emotiva conductual, puedes consultar a un profesional especializado en esta orientación. También puedes leer libros o artículos sobre el tema, o realizar ejercicios prácticos que te ayuden a cambiar tus pensamientos.


