La ansiedad es como ese invitado inesperado en una fiesta que no se va, aunque le pongas caras. Pero, ¿qué pasaría si en lugar de intentar echarlo, aprendieras a bailar con él? Esta metáfora puede sonar extraña al principio, pero es la clave para transformar la manera en que lidiamos con este estado emocional.
La historia de Lucía y su «baile» con la ansiedad
Lucía era una joven apasionada por el arte, pero cada vez que tenía que presentar sus obras en exposiciones, la ansiedad se apoderaba de ella. El corazón le latía con fuerza, las manos le temblaban, y sentía que el aire no le alcanzaba. Durante años, luchó contra esos sentimientos, hasta que un terapeuta le dijo: «Lucía, la ansiedad no es tu enemigo, es un compañero de baile torpe. Si dejas de pelear con él, aprenderás a llevar el ritmo».
Con esta perspectiva, Lucía empezó a trabajar en su relación con la ansiedad. No desapareció por completo, pero dejó de ser una barrera. Ahora, cada vez que sentía los síntomas, los veía como señales para moverse, ajustar el ritmo y avanzar.
Tres consejos para aprender a «bailar» con la ansiedad
- Acepta que la ansiedad es parte del espectáculo
La ansiedad no es algo que deba ser eliminado por completo. Reconocer su presencia sin juzgarla es el primer paso. Practica decirte: «Es normal sentirme así en esta situación. Estoy a salvo, incluso con estos síntomas». - Crea una «coreografía» para responder
Prepárate para esos momentos con herramientas prácticas:- Respira de manera consciente: Inhala en 4 tiempos, sostiene por 4, y exhala en 6.
- Anota tus pensamientos: Identifica cuáles son racionales y cuáles son exageraciones de tu mente ansiosa.
- Conéctate con el presente: Usa tus sentidos para observar lo que ocurre a tu alrededor.
- Transforma la ansiedad en energía útil
La ansiedad genera una gran cantidad de energía. En lugar de dejar que te abrume, canalízala hacia acciones productivas: escribe, canta, dibuja, haz ejercicio o realiza alguna actividad que disfrutes. Esto no solo te distraerá, sino que también te ayudará a darle un propósito a esa sensación.
El baile de la vida con ansiedad
Lucía terminó exponiendo sus obras con éxito, y aunque la ansiedad seguía presente, ella había aprendido a manejarla. «Bailar con la ansiedad» se convirtió en su lema personal, recordándole que no se trata de eliminarla, sino de aprender a moverse al ritmo que la vida nos impone.
Y recuerda, como decía un viejo dicho:
«La ansiedad no es una señal para detenerte, es una invitación a seguir adelante con valentía.» 💃🕺
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