La historia de Marcos y los celos que casi lo arruinan todo
Marcos era un hombre seguro de sí mismo… o al menos eso pensaba. Tenía una relación hermosa con Laura, una mujer llena de energía y carisma. Se conocieron en la universidad y, con el paso del tiempo, su amor creció de manera natural. Pero había un pequeño problema que Marcos nunca quiso admitir: los celos.
Todo comenzó con preguntas inocentes:
«¿Quién es ese chico que te comentó la foto?»
«¿Por qué tardaste tanto en responder mi mensaje?»
«¿Por qué sonríes tanto cuando hablas con tu compañero de trabajo?»
Lo que al principio parecían preocupaciones insignificantes, pronto se convirtieron en obsesiones. Marcos se encontraba revisando su teléfono en busca de señales de peligro, comparándose con otros hombres y sintiendo un nudo en el estómago cada vez que Laura mencionaba a alguien nuevo.
Hasta que un día, en una discusión absurda sobre un mensaje de texto, Laura le dijo con lágrimas en los ojos:
«Marcos, yo te amo. Pero si sigues desconfiando de mí, vas a terminar alejándome.»
Ese fue el momento en que Marcos se dio cuenta de que los celos no eran una prueba de amor, sino un síntoma de inseguridad y miedo. Y si no hacía algo al respecto, terminaría perdiendo a la persona que más amaba.
3 consejos para manejar los celos antes de que destruyan tu relación
1. Reconoce que los celos hablan más de ti que de tu pareja
Los celos suelen estar más relacionados con nuestras propias inseguridades que con las acciones de nuestra pareja. Pregúntate: ¿Qué me hace sentir amenazado? ¿Tengo miedo de no ser suficiente? ¿De dónde viene esta inseguridad?
Cuanto más trabajes en tu autoestima y confianza, menos poder tendrán los celos sobre ti.
2. Comunica tus sentimientos sin culpar a la otra persona
En lugar de decir: «Siempre estás coqueteando con los demás», prueba algo como:
«A veces me siento inseguro cuando veo que hablas con otras personas. No quiero que esto nos afecte, así que prefiero hablarlo contigo.»
La clave está en expresar lo que sientes sin atacar a tu pareja. Esto fomenta la comprensión en lugar de la defensiva.
3. Aprende a confiar y soltar el control
El amor sano no se basa en el control, sino en la confianza. Si sientes la necesidad de revisar su teléfono, interrogarla o imponer límites poco razonables, es momento de detenerte y preguntarte: ¿Realmente quiero estar en una relación donde necesito espiar a mi pareja para sentirme en paz?
Confía en la conexión que tienes con esa persona y recuerda que una relación basada en el miedo no es amor, sino una cárcel emocional.
Una frase para compartir y reflexionar
«Los celos no protegen el amor, lo desgastan. Confía en ti mismo y en tu relación, porque el verdadero amor no necesita cadenas, sino alas.»
Espero que este artículo te ayude a reflexionar y a manejar los celos de una manera más saludable. ¡Compártelo si crees que a alguien más le puede servir! 💙
Psicólogo en línea 