A veces el espejo no refleja lo que somos, sino lo que tememos ver.
Julián lo sabía bien. Tenía 37 años, trabajaba como diseñador gráfico freelance y vivía en un pequeño departamento lleno de plantas (todas con nombre, por cierto). A pesar de que los demás veían en él a un tipo creativo, divertido y de buen corazón, Julián tenía una rutina silenciosa y dolorosa: cada mañana, frente al espejo, se decía a sí mismo cosas que no le diría ni a su peor enemigo.
«¿Por qué sigues sin tener pareja?», «Mira esas ojeras», «No sirves para nada».
Hasta que un día, en medio de una crisis existencial provocada por un meme profundo y un brownie casero, entendió algo: no podía seguir esperando a que el amor viniera de afuera. Tenía que empezar a darse lo que siempre pedía a gritos en silencio.
Y así comenzó su viaje hacia el amor propio. No con afirmaciones mágicas frente al sol o retiros en el Himalaya. Sino con pequeñas, poderosas acciones cotidianas.
Aquí te comparto las 3 que le cambiaron la vida:
💬 1. Háblate como si fueras tu mejor amigo
¿Le dirías a tu mejor amigo: “Qué ridículo te ves hoy”? ¿O “Eres un desastre”? No. Entonces, ¿por qué te lo dices a ti?
Julián comenzó a preguntarse: ¿Le diría esto a alguien que quiero? Si la respuesta era “no”, cambiaba el diálogo. A veces solo decía: “Estoy haciendo lo mejor que puedo, y eso es suficiente por hoy”.
Consejo práctico: Escríbete una nota diaria como si se la dejaras a alguien que amas. Pégala en el espejo. Léela en voz alta.
🤲 2. Trátate con ternura, no con exigencia
No necesitas ganarte tu propio amor cumpliendo metas, pesando menos o siendo “más productivo”. Julián se dio cuenta de que vivía en una maratón invisible por ser “mejor”. Hasta que entendió que cuidarse también es parar.
Un día, canceló una reunión solo para dormir una siesta con su gato. Y fue la cita más sanadora del mes.
Consejo práctico: Pregúntate cada mañana: ¿Qué necesita hoy la versión cansada de mí? Luego, respóndele con compasión.
🎉 3. Celebra tus pequeñas victorias sin sarcasmo
¿Fuiste al súper sin sentir ansiedad? ¿Dijiste “no” sin culpa? ¿Te hiciste un té con calma? Eso. También es amor propio.
Julián comenzó a llevar un diario de mini triunfos. Y al cabo de una semana, se dio cuenta: no estaba roto, solo estaba cansado de exigirse perfección.
Consejo práctico: Antes de dormir, anota 3 cosas que hiciste bien hoy. No importa si parecen mínimas. Tu mente necesita recordarlas.
Y así, con pequeños pasos diarios, Julián dejó de buscar amor como quien persigue mariposas, y comenzó a cultivarlo en su propio jardín interior.
🌟 Porque amarte no es un destino: es una práctica diaria. Una decisión silenciosa. Un acto de revolución personal.
Comparte este mensaje con alguien que olvida lo increíble que es… especialmente cuando se mira al espejo sin filtros ni juicios.
💌 “Ámate tanto, que te conviertas en tu lugar seguro.”
Psicólogo en línea 