La relación entre lo que comes y cómo te sientes emocionalmente

2–3 minutos

Julián tenía 42 años, una carrera exitosa como diseñador gráfico, dos gatos, y una costumbre muy peculiar: cada vez que estaba estresado, abría su aplicación de delivery y pedía una hamburguesa con doble queso, papas grandes y malteada de chocolate. Lo hacía en silencio, con la pantalla del celular iluminando su rostro mientras evitaba mirarse al espejo. «Es solo comida», se decía. Pero no era solo comida. Era su ritual emocional.

Lo curioso es que después de cada festín, Julián se sentía peor. No físicamente—eso venía después—sino emocionalmente. Un bajón extraño lo envolvía como si hubiera fallado en algo más grande que una dieta. Se sentía culpable, lento, desconectado… y sin saber por qué.

Un día, mientras hojeaba un libro en una sala de espera, leyó algo que lo sacudió:
«Lo que comes no solo alimenta tu cuerpo, también le habla a tu mente.»

Esa frase lo persiguió. ¿Y si su tristeza no era solo existencial? ¿Y si su ansiedad no era solo mental? Decidió entonces hacer un pequeño experimento: 21 días comiendo con conciencia.

Nada radical. Solo cambios suaves. Más verduras, menos azúcares rápidos. Agua antes del café. Frutas como merienda. Y sí, la hamburguesa seguía apareciendo… pero ya no era el refugio emocional, era solo un antojo consciente, ocasional y sin culpa.

Lo que descubrió fue sorprendente.

Su mente se volvió más clara. Dormía mejor. Su ánimo subía en lugar de estancarse. No se trataba de “estar fit”, sino de sentirse ligero… emocionalmente.


¿Por qué pasa esto?

Tu intestino y tu cerebro están más conectados de lo que imaginas. Lo que comes afecta tu microbiota, que a su vez influye en neurotransmisores como la serotonina, responsable de tu buen humor. Es decir, tu estado de ánimo literalmente puede depender de lo que pusiste en tu plato hace unas horas.


Consejos prácticos (sin volverte chef ni influencer de nutrición):

  • 🥦 Empieza el día con algo que te nutra y no te apague (evita los desayunos llenos de azúcar).
  • 💧 Hidrátate antes de decidir qué comer, a veces confundimos hambre con sed.
  • 🍫 No se trata de prohibir, sino de preguntar: “¿Por qué quiero esto justo ahora?”
  • 📝 Lleva un diario emocional con lo que comes y cómo te sientes después. Puede sorprenderte.

Y si hoy no comes perfecto, no pasa nada. Comer también es emocional. Solo recuerda:

Cada elección es un mensaje que le envías a tu mente. Elige con amor, no con castigo.

Si esta historia te hizo reflexionar, compártela. Tal vez alguien más necesita saber que la próxima vez que el alma pida consuelo, tal vez no necesite más queso… sino más conciencia. 🧠💚


Trastornos mentales de Los Simpson: 10 personajes y sus “locuras” más conocidasTrastornos mentales de Los Simpson: 10 personajes y sus “locuras” más conocidas21 de septiembre de 2025Psicólogo Juan José Hernández Lira

aceptación incondicional Agresividad Albert Ellis Ansiedad autoaceptación autoestima autoexigencia baja tolerancia a la frustración bienestar bienestar emocional Cambiar cambio emocional comunicación control emocional crecimiento personal creencias irracionales Depresión diálogo interno emociones emociones intensas emociones negativas enojo Estrés fff Insomnio Manejo de conductas Manejo de emociones Metas Motivación Pareja pensamiento irracional pensamientos irracionales perfeccionismo Recursos Resiliencia Responsabilidad emocional Salud Mental SaludMental Terapia Terapia Cognitivo Conductual terapia racional emotiva Terapia Racional Emotiva conductual Tolerancia a la Frustración Trastornos TREC

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