¿Qué hacer cuando sientes que estás estancado en la vida?

2–3 minutos

Julián tenía 38 años, un trabajo estable, una pareja que lo amaba y una vida que cualquiera describiría como «buena». Sin embargo, cada mañana se levantaba con la misma sensación: como si estuviera caminando en arena movediza. No avanzaba, no retrocedía… simplemente se hundía, lento, casi sin darse cuenta.

Un lunes cualquiera —porque los lunes tienen la fama de ser despiadados—, se quedó 40 minutos mirando el cepillo de dientes. No por higiene, claro, sino porque sentía que ni siquiera eso tenía sentido. «¿Qué estoy haciendo con mi vida?», se preguntó en voz baja. Pero no era la primera vez. Ni sería la última, si no hacía algo distinto.


La sensación de estancamiento no siempre llega con sirenas o lágrimas. A veces se instala en silencio: en la rutina que se vuelve gris, en la ilusión de metas que ya no motivan, en los «debería estar feliz» que duelen más que consuelan.

Julián empezó a contarle esto a su terapeuta. “Siento que todo está bien… pero no estoy bien.” Y esa fue la llave. Porque estar estancado no es falta de gratitud, es falta de dirección.


¿Qué hizo Julián para moverse? Aquí van tres claves que cambiaron su historia:

  1. Se permitió no tener respuestas inmediatas. En lugar de buscar una solución rápida, se dio permiso para explorar. Se inscribió en una clase de cerámica. Nunca había tocado barro, pero necesitaba mancharse las manos con algo real.
  2. Redefinió el éxito. Dejó de compararse con los demás. Su nuevo parámetro fue: ¿esto me hace sentir vivo? Si no, no iba. Así canceló reuniones, cambió su rutina y empezó a escribir un libro que siempre había postergado.
  3. Celebró los pequeños movimientos. A veces, lo único que hacía era salir a caminar sin rumbo. Pero eso ya era moverse. Ya no se exigía “grandes saltos”, sino pasos firmes, aunque fueran pequeños.

La sensación de estancamiento no es señal de fracaso, es una invitación. Una pausa incómoda que nos susurra: “¿Estás viviendo la vida que tú elegiste… o la que te tocó por inercia?”

Tal vez tú, como Julián, también necesites cambiar la pregunta. No es “¿por qué estoy estancado?”, sino “¿qué parte de mí quiere crecer y no la estoy escuchando?”


🌱 Recuerda esto: Aunque sientas que nada se mueve, tú puedes ser el cambio. Y a veces, basta con dar un solo paso distinto para que todo empiece a transformarse.

Compártelo con quien necesite un empujoncito hoy. Podría ser el paso que estaba esperando.


Trastornos mentales de Los Simpson: 10 personajes y sus “locuras” más conocidasTrastornos mentales de Los Simpson: 10 personajes y sus “locuras” más conocidas21 de septiembre de 2025Psicólogo Juan José Hernández Lira

aceptación incondicional Agresividad Albert Ellis Ansiedad autoaceptación autoestima autoexigencia baja tolerancia a la frustración bienestar bienestar emocional Cambiar cambio emocional comunicación control emocional crecimiento personal creencias irracionales Depresión diálogo interno emociones emociones intensas emociones negativas enojo Estrés fff Insomnio Manejo de conductas Manejo de emociones Metas Motivación Pareja pensamiento irracional pensamientos irracionales perfeccionismo Recursos Resiliencia Responsabilidad emocional Salud Mental SaludMental Terapia Terapia Cognitivo Conductual terapia racional emotiva Terapia Racional Emotiva conductual Tolerancia a la Frustración Trastornos TREC

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