La autocompasión es un concepto clave en la salud mental, ya que permite a las personas aceptar y procesar sus emociones de una manera saludable y constructiva. A menudo se piensa que la autocompasión es sinónimo de debilidad o indulgencia, pero en realidad es una herramienta poderosa para manejar el estrés y la ansiedad.
En la terapia cognitiva conductual, se enseña a los pacientes a identificar y cambiar sus pensamientos negativos y disfuncionales. Sin embargo, la autocompasión también puede ser una herramienta útil en la CBT, ya que permite a los pacientes procesar sus emociones de una manera más saludable. Por ejemplo, en lugar de decirse a sí mismos «soy un fracaso» cuando no cumplen con una meta, pueden practicar la autocompasión y decirse a sí mismos «estoy haciendo lo mejor que puedo en este momento».
En la terapia racional emotiva conductual, el fundador Albert Ellis enseña que nuestros pensamientos y creencias irracionales son la causa principal de nuestras emociones negativas. Sin embargo, la autocompasión también es importante en la REBT, ya que nos permite aceptar nuestras imperfecciones y procesar nuestras emociones sin juzgarnos a nosotros mismos. Por ejemplo, si alguien cree que «debería» ser perfecto en todo momento, puede ser muy autocrítico y duro consigo mismo cuando comete errores. La autocompasión puede ayudar a esa persona a aceptar que es humano y que es normal cometer errores de vez en cuando.
Una buena metáfora para la autocompasión es la de un amigo compasivo. Imagina que un amigo te cuenta que ha tenido un día difícil en el trabajo y se siente abrumado. ¿Le dirías a ese amigo que es un fracaso y que debería haberlo hecho mejor? Probablemente no. En lugar de eso, le ofrecerías palabras de aliento y compasión, y le dirías que está haciendo lo mejor que puede en esas circunstancias. La autocompasión es lo mismo, pero aplicado a uno mismo. En lugar de criticarse y juzgarse a sí mismo, se trata a uno mismo con la misma compasión y comprensión que se le ofrecería a un amigo.
Otra historia útil para entender la autocompasión es la del elefante y el ratón. Imagina que un elefante y un ratón están caminando juntos por el bosque cuando se encuentran con un río. El elefante se cruza fácilmente, pero el ratón se ahoga en el río. ¿Quién tiene la culpa del ahogamiento del ratón? La respuesta es nadie. El ratón simplemente no tenía las habilidades y recursos para cruzar el río, y no se puede culpar al elefante por tener una ventaja natural. Del mismo modo, a veces las personas tienen dificultades para manejar sus emociones y situaciones difíciles, pero eso no significa que sean culpables o que deban juzgarse a sí mismos por ello. En lugar de eso, pueden practicar la autocompasión y aceptar que están haciendo lo mejor que pueden en esas circunstancias.
En resumen, la autocompasión es una herramienta clave en la salud mental que permite a las personas aceptar y procesar sus emociones de una manera saludable y constructiva


