Según la terapia racional emotivo conductual (TREC), el romance en una relación a largo plazo depende de cómo pensamos y actuamos frente a nuestro compañero o compañera. La TREC nos enseña que podemos mantener vivo el romance si evitamos las creencias irracionales y las conductas destructivas que pueden dañar la relación. Algunas de estas creencias y conductas son:
– Exigir que nuestro compañero o compañera sea perfecto o perfecta y cumpla todas nuestras expectativas.
– Depender emocionalmente de nuestro compañero o compañera y sentirnos incompletos o incompletas sin él o ella.
– Evitar la comunicación honesta y asertiva y reprimir nuestros sentimientos y necesidades.
– Descuidar nuestra propia identidad y nuestros propios intereses y hobbies.
– Dejar de lado los gestos de cariño, elogio y aprecio hacia nuestro compañero o compañera.
Para mantener vivo el romance en una relación a largo plazo, la TREC nos propone cambiar estas creencias y conductas irracionales por otras más racionales y constructivas, como:
– Aceptar que nuestro compañero o compañera es un ser humano con virtudes y defectos, y respetar sus diferencias y preferencias.
– Desarrollar nuestra autoestima y nuestra autonomía personal, y apoyar a nuestro compañero o compañera en su crecimiento personal.
– Fomentar la comunicación abierta y respetuosa, y expresar nuestros sentimientos y necesidades de forma clara y directa.
– Cultivar nuestra propia individualidad y nuestros propios intereses y hobbies, y compartir con nuestro compañero o compañera actividades que nos gusten a ambos.
– Demostrar nuestro amor, admiración y gratitud hacia nuestro compañero o compañera con palabras y acciones.
El romance en una relación a largo plazo no es algo que surge espontáneamente, sino que se construye día a día con nuestros pensamientos y conductas. La TREC nos ofrece herramientas para mejorar nuestra relación y mantener vivo el romance, pero depende de nosotros ponerlas en práctica.


