La autoconfianza es una actitud positiva hacia uno mismo que nos permite enfrentar los desafíos de la vida con mayor seguridad y optimismo. Sin embargo, muchas personas sufren de baja autoestima y se sienten incapaces de lograr sus metas o de ser felices. ¿Cómo podemos mejorar nuestra autoconfianza y sentirnos mejor con nosotros mismos? Una posible respuesta es la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC).
La TREC es un tipo de psicoterapia que trabaja con los pensamientos, las emociones y las conductas. Fue creada por el psicólogo Albert Ellis en la década de 1950 como una alternativa al psicoanálisis. La TREC se basa en la idea de que no son los acontecimientos los que nos causan malestar, sino la interpretación que hacemos de ellos a través de nuestras creencias. Estas creencias pueden ser racionales o irracionales, según se ajusten o no a la realidad.
Las creencias irracionales son aquellas que nos llevan a tener una visión distorsionada de nosotros mismos, de los demás y del mundo. Por ejemplo, creer que necesitamos ser perfectos, que debemos ser queridos por todos, que el pasado nos determina o que no podemos controlar nuestras emociones. Estas creencias nos generan emociones negativas como ansiedad, depresión, culpa o ira, y nos impiden actuar de forma eficaz.
La TREC nos ayuda a identificar y cuestionar estas creencias irracionales y a sustituirlas por otras más racionales, realistas y adaptativas. De esta forma, podemos cambiar nuestras emociones y nuestras conductas, y mejorar nuestra autoconfianza. La TREC utiliza diversas técnicas para lograr este cambio, como el diálogo socrático, las disputas racionales, las tareas conductuales o la reestructuración cognitiva.
La TREC es una terapia breve, activa y directiva, que implica una colaboración entre el terapeuta y el cliente. El terapeuta actúa como un educador que enseña al cliente a pensar de forma más lógica y a resolver sus problemas por sí mismo. El cliente asume un papel activo y participa en el proceso terapéutico con responsabilidad y compromiso.
La TREC ha demostrado su eficacia en el tratamiento de diversos problemas psicológicos, como fobias, trastornos de ansiedad, depresión, adicciones o problemas de pareja. También puede aplicarse a la mejora del rendimiento académico, laboral o deportivo. La TREC es una terapia que nos ofrece herramientas para mejorar nuestra autoconfianza y nuestra calidad de vida.


