Cómo la ansiedad puede afectar tus hábitos de sueño

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La ansiedad es una emoción normal que nos ayuda a enfrentar situaciones difíciles o peligrosas. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva, persistente o irracional, puede interferir con nuestra calidad de vida y nuestro bienestar. Uno de los aspectos que más se ven afectados por la ansiedad es el sueño.

El sueño es un proceso vital que nos permite recuperar energía, regular nuestras funciones biológicas y procesar la información que recibimos durante el día. Dormir bien nos ayuda a mantener un estado de ánimo positivo, una buena memoria y una mayor capacidad de aprendizaje. Por el contrario, dormir mal nos hace sentir cansados, irritables y menos concentrados.

La ansiedad y el sueño tienen una relación bidireccional: por un lado, la ansiedad puede dificultar el inicio y el mantenimiento del sueño, provocando insomnio, pesadillas o despertares frecuentes. Por otro lado, la falta de sueño puede aumentar los niveles de ansiedad, creando un círculo vicioso que afecta nuestra salud física y mental.

¿Qué podemos hacer para romper este círculo y mejorar nuestros hábitos de sueño? Aquí te damos algunos consejos:

– Establece una rutina regular de sueño: trata de acostarte y levantarte a la misma hora todos los días, evitando las siestas prolongadas o las variaciones bruscas en tu horario.

– Crea un ambiente propicio para el sueño: asegúrate de que tu habitación sea cómoda, oscura, silenciosa y fresca. Evita el uso de dispositivos electrónicos como el teléfono, la computadora o la televisión al menos una hora antes de dormir.

– Practica hábitos saludables: realiza ejercicio físico moderado durante el día, pero no cerca de la hora de dormir. Evita el consumo de alcohol, cafeína o nicotina, especialmente por la tarde o por la noche. Lleva una alimentación equilibrada y evita las comidas copiosas o picantes antes de acostarte.

– Relájate antes de dormir: realiza alguna actividad que te ayude a liberar el estrés y la tensión del día, como leer un libro, escuchar música suave o meditar. Evita pensar en tus problemas o preocupaciones mientras estás en la cama. Si te cuesta conciliar el sueño, levántate y haz algo tranquilo hasta que te sientas somnoliento.

– Busca ayuda profesional: si la ansiedad y el insomnio persisten o interfieren con tu funcionamiento diario, consulta con un médico o un psicólogo que pueda evaluar tu situación y ofrecerte un tratamiento adecuado. Existen diversas opciones terapéuticas que pueden ayudarte a superar estos problemas y mejorar tu calidad de vida.


La Revolución Cognitiva: 5 Ideas que Cambiarán Cómo Entiendes Tu MenteLa Revolución Cognitiva: 5 Ideas que Cambiarán Cómo Entiendes Tu Mente24 de diciembre de 2025Psicólogo Juan José Hernández Lira

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