La terapia racional emotiva conductual (TREC) es una forma de psicoterapia que se basa en el principio de que nuestros pensamientos influyen en nuestras emociones y comportamientos. Según esta terapia, muchas de las dificultades que experimentamos en la vida se deben a creencias irracionales o distorsionadas que tenemos sobre nosotros mismos, los demás y el mundo.
La TREC nos ayuda a identificar y cuestionar estas creencias irracionales y a reemplazarlas por otras más racionales y adaptativas. De esta manera, podemos cambiar nuestras emociones y comportamientos negativos por otros más positivos y saludables.
Una de las áreas en las que la TREC puede ser muy útil es la autoestima. La autoestima es el juicio que tenemos sobre nuestro propio valor como personas. Una baja autoestima puede generar sentimientos de inseguridad, inferioridad, culpa o vergüenza, y afectar negativamente a nuestra salud mental y a nuestras relaciones sociales.
La TREC nos propone que la autoestima no depende de factores externos como el éxito, la aprobación o el aspecto físico, sino de cómo nos hablamos a nosotros mismos. Si nos decimos cosas como «soy un fracaso», «no valgo nada» o «nadie me quiere», estamos alimentando una baja autoestima. Por el contrario, si nos decimos cosas como «soy capaz», «tengo cualidades» o «me acepto como soy», estamos fomentando una alta autoestima.
La TREC nos enseña a transformar nuestros pensamientos negativos por otros más positivos y realistas, usando técnicas como el diálogo interno, la reestructuración cognitiva o la autoafirmación. Estas técnicas nos permiten cuestionar las evidencias que sostienen nuestras creencias irracionales, buscar alternativas más racionales y reforzar nuestras fortalezas y logros.
La TREC es una terapia que requiere de un compromiso activo por parte del paciente, que debe practicar las técnicas aprendidas en su vida cotidiana. El terapeuta actúa como un guía que le ayuda a identificar sus pensamientos irracionales y a cambiarlos por otros más racionales.
La TREC es una terapia eficaz para mejorar la autoestima y el bienestar emocional de las personas que la aplican. Al transformar nuestros pensamientos, podemos cambiar nuestras emociones y comportamientos, y fortalecer nuestra confianza y seguridad en nosotros mismos.


