La terapia cognitivo conductual (TCC) es una forma de psicoterapia que se basa en el principio de que los pensamientos, las emociones y las conductas están relacionados entre sí. La TCC ayuda a las personas a identificar y modificar los patrones de pensamiento y comportamiento que les causan malestar o dificultan su funcionamiento.
La TCC es una de las terapias más efectivas para tratar los trastornos de ansiedad social (TAS), que se caracterizan por un miedo intenso y persistente a las situaciones sociales en las que la persona se siente evaluada o juzgada negativamente por los demás. Las personas con TAS evitan o soportan con gran angustia estas situaciones, lo que afecta a su calidad de vida y a sus relaciones personales.
La TCC para el TAS se enfoca en dos componentes principales: la exposición y la reestructuración cognitiva. La exposición consiste en enfrentar gradualmente y de forma controlada a las situaciones sociales temidas, con el objetivo de reducir el miedo y la ansiedad asociados. La reestructuración cognitiva implica cuestionar y modificar los pensamientos negativos o irracionales que generan ansiedad social, como por ejemplo: «Todos me van a criticar», «Voy a hacer el ridículo», «No soy lo suficientemente bueno». La TCC ayuda a las personas a desarrollar pensamientos más realistas y adaptativos, como por ejemplo: «No puedo controlar lo que piensen los demás», «Cometer errores es humano», «Tengo cualidades y habilidades que me hacen valioso».
La TCC para el TAS suele durar entre 12 y 16 sesiones, y se puede realizar de forma individual o grupal. Los estudios han demostrado que la TCC es eficaz para reducir los síntomas de ansiedad social, mejorar la autoestima y la confianza, y aumentar la participación en actividades sociales. La TCC también puede combinarse con otras intervenciones, como el uso de medicación o el entrenamiento en habilidades sociales.


