La resiliencia emocional es la capacidad de adaptarse y recuperarse de las situaciones difíciles y estresantes que enfrentamos en la vida. Es una habilidad que se puede aprender y mejorar con la práctica y el apoyo adecuados. Una de las formas más efectivas de desarrollar la resiliencia emocional es mediante la terapia racional emotiva conductual (TREC).
La TREC es un tipo de psicoterapia que se basa en el principio de que no son los acontecimientos los que nos afectan emocionalmente, sino las creencias que tenemos sobre ellos. Estas creencias pueden ser racionales o irracionales, y determinan cómo nos sentimos y cómo actuamos ante las situaciones. La TREC nos ayuda a identificar y cuestionar las creencias irracionales que nos generan emociones negativas como la ansiedad, la depresión, la culpa o la ira, y a reemplazarlas por creencias racionales que nos permiten afrontar los problemas de forma más constructiva y saludable.
La TREC nos enseña a ser más conscientes de nuestros pensamientos, emociones y comportamientos, y a distinguir entre lo que podemos y lo que no podemos controlar. Así, podemos enfocarnos en lo que depende de nosotros y aceptar lo que no, sin caer en el victimismo o la autoexigencia. La TREC también nos ayuda a desarrollar una actitud más positiva y optimista ante la vida, reconociendo nuestros logros y fortalezas, y buscando oportunidades de aprendizaje y crecimiento en los desafíos.
La TREC es una terapia breve, práctica y orientada a la solución. Se puede aplicar tanto individualmente como en grupo, y se adapta a las necesidades y objetivos de cada persona. La TREC es una herramienta muy útil para mejorar nuestra calidad de vida y nuestra salud mental, ya que nos permite desarrollar la resiliencia emocional que necesitamos para superar las adversidades y alcanzar nuestro bienestar.


