La creatividad es una habilidad muy valorada en el mundo laboral y personal, pero muchas veces nos sentimos bloqueados o limitados a la hora de generar ideas originales y novedosas. ¿Existe alguna forma de mejorar nuestra capacidad creativa? La respuesta es sí, y la psicología nos ofrece algunas técnicas que podemos aplicar para estimular nuestro pensamiento divergente y salir de la rutina mental. En este artículo te presentamos algunas de estas técnicas y cómo puedes ponerlas en práctica.
– Brainstorming: Esta es una de las técnicas más conocidas y utilizadas para fomentar la creatividad. Consiste en generar la mayor cantidad posible de ideas sobre un tema o problema, sin juzgarlas ni descartarlas en un primer momento. El objetivo es liberar la mente de prejuicios y restricciones, y explorar todas las posibilidades que se nos ocurran. Para hacer un brainstorming efectivo, se recomienda seguir estos pasos:
– Definir el tema o problema sobre el que queremos generar ideas.
– Establecer un tiempo límite para la lluvia de ideas, por ejemplo 10 o 15 minutos.
– Escribir todas las ideas que se nos vengan a la mente, sin importar lo absurdas o impracticables que parezcan.
– No criticar ni evaluar las ideas durante el proceso de generación.
– Una vez terminado el tiempo, revisar las ideas y seleccionar las más adecuadas o interesantes para el objetivo planteado.
– SCAMPER: Este es un acrónimo que resume siete estrategias para modificar o transformar un objeto, servicio, proceso o situación existente, y así crear algo nuevo o mejorado. Las estrategias son:
– Sustituir: ¿Qué podemos cambiar o reemplazar en el elemento original?
– Combinar: ¿Qué podemos mezclar o fusionar con el elemento original?
– Adaptar: ¿Qué podemos ajustar o modificar en el elemento original para adaptarlo a otro contexto o uso?
– Modificar: ¿Qué podemos aumentar, reducir, ampliar o simplificar en el elemento original?
– Poner en otro uso: ¿Qué otro uso podemos darle al elemento original?
– Eliminar: ¿Qué podemos quitar o eliminar del elemento original?
– Reordenar: ¿Qué podemos cambiar de lugar, orden o secuencia en el elemento original?
– Mapas mentales: Un mapa mental es una herramienta gráfica que nos permite organizar y representar la información de forma visual, jerárquica y creativa. Un mapa mental parte de una idea central, de la que se desprenden diferentes ramas con subtemas o conceptos relacionados. Cada rama puede tener a su vez otras ramas con más detalles o ejemplos. Los mapas mentales nos ayudan a estimular la creatividad porque nos permiten asociar libremente las ideas, utilizar colores, imágenes, símbolos y palabras clave, y ver las conexiones entre los distintos elementos. Para crear un mapa mental, se recomienda seguir estos pasos:
– Elegir un tema o problema central y escribirlo en el centro de una hoja en blanco.
– Dibujar ramas que salgan del tema central hacia los lados, y escribir en cada una un subtema o concepto relacionado.
– Dibujar subramas que salgan de cada rama principal, y escribir en cada una un detalle o ejemplo del subtema o concepto correspondiente.
– Utilizar colores, imágenes, símbolos y palabras clave para ilustrar las ideas y facilitar su memorización.
– Revisar el mapa mental y verificar que refleje la información deseada de forma clara y coherente.
Estas son solo algunas de las técnicas que existen para mejorar nuestra capacidad creativa. Lo importante es practicarlas con regularidad y tener una actitud abierta y curiosa ante los desafíos que se nos presentan. La creatividad es una habilidad que se puede desarrollar y potenciar con el entrenamiento adecuado. ¿Te animas a probarlo?


