La autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos, de nuestras capacidades, cualidades y logros. Una autoestima saludable nos permite enfrentar los desafíos de la vida con confianza y optimismo, mientras que una autoestima baja nos hace sentir inseguros, insatisfechos y frustrados.
Una forma de mejorar nuestra autoestima es practicar la gratitud y la apreciación. La gratitud es el reconocimiento de los beneficios que recibimos de otras personas, de la naturaleza o de nosotros mismos. La apreciación es el reconocimiento de las cualidades positivas que tenemos o que vemos en los demás.
Cuando somos agradecidos y apreciamos lo que tenemos y lo que somos, nos enfocamos en lo bueno y no en lo malo. Esto nos ayuda a valorarnos más y a sentirnos más felices. Además, al expresar nuestra gratitud y apreciación a los demás, fortalecemos nuestras relaciones y generamos un ambiente positivo.
Algunas formas de practicar la gratitud y la apreciación son:
– Escribir un diario de gratitud, donde anotemos cada día al menos tres cosas por las que estamos agradecidos.
– Hacer una lista de nuestras fortalezas, habilidades y logros, y leerla con frecuencia.
– Dar las gracias a las personas que nos ayudan o nos hacen bien, ya sea con palabras, gestos o regalos.
– Elogiar las virtudes y los esfuerzos de los demás, sin compararnos ni envidiarlos.
– Disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, como un paisaje, una comida o una sonrisa.
La gratitud y la apreciación son hábitos que se pueden aprender y cultivar. Con un poco de práctica y constancia, podremos mejorar nuestra autoestima y nuestra calidad de vida.


