El pensamiento crítico es una habilidad esencial para el éxito académico y profesional. Sin embargo, muchas personas tienen dificultades para desarrollar esta capacidad o la aplican de forma inconsistente. ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestro pensamiento crítico y evitar caer en errores de razonamiento o sesgos cognitivos? En este artículo, te presentamos algunas técnicas de psicología que te ayudarán a mejorar tu pensamiento crítico y a tomar mejores decisiones.
Una de las técnicas más efectivas para mejorar el pensamiento crítico es la metacognición, es decir, el proceso de reflexionar sobre nuestro propio pensamiento. La metacognición nos permite evaluar la calidad de nuestros argumentos, identificar las fuentes de información que utilizamos, reconocer las limitaciones de nuestro conocimiento y corregir los posibles errores que cometemos. Para practicar la metacognición, podemos hacernos preguntas como: ¿Qué evidencias tengo para apoyar mi conclusión? ¿Qué otras perspectivas o alternativas existen? ¿Qué supuestos estoy haciendo? ¿Qué consecuencias tendría mi decisión?
Otra técnica que podemos utilizar para mejorar el pensamiento crítico es la búsqueda activa de información contraria a nuestra opinión o hipótesis. Esta técnica se basa en el principio de falsación, que consiste en intentar refutar una afirmación en lugar de confirmarla. Al buscar información contraria, podemos evitar el sesgo de confirmación, que es la tendencia a buscar o interpretar la información de forma que confirme nuestras creencias o expectativas. Además, al exponernos a puntos de vista diferentes o contrarios al nuestro, podemos ampliar nuestro horizonte cognitivo y enriquecer nuestro pensamiento.
Por último, una técnica que puede ayudarnos a mejorar el pensamiento crítico es la aplicación del método científico. El método científico es un conjunto de pasos que nos permiten resolver problemas o responder preguntas de forma sistemática y objetiva. Los pasos del método científico son: observar un fenómeno o problema, plantear una pregunta o hipótesis, diseñar un experimento o estudio para comprobar la hipótesis, recoger y analizar los datos obtenidos, sacar una conclusión y comunicar los resultados. Al aplicar el método científico, podemos evitar las opiniones basadas en la intuición o el sentido común y sustituirlas por opiniones basadas en la evidencia empírica.


