La culpa y la vergüenza son emociones que pueden afectar negativamente a nuestra autoestima, nuestras relaciones y nuestro bienestar. A menudo, estas emociones se basan en creencias irracionales o distorsionadas sobre nosotros mismos, los demás o el mundo. La terapia racional emotiva conductual (TREC) es un tipo de psicoterapia que nos ayuda a identificar y cambiar estas creencias, y así liberarnos de la culpa y la vergüenza.
La TREC fue desarrollada por el psicólogo Albert Ellis en la década de 1950. Se basa en el principio de que no son los acontecimientos los que nos hacen sentir de una determinada manera, sino la forma en que los interpretamos. Por ejemplo, si cometemos un error, podemos pensar que somos unos fracasados, que nadie nos va a querer o que nunca vamos a mejorar. Estos pensamientos son irracionales, porque no se ajustan a la realidad, y nos generan culpa y vergüenza. La TREC nos enseña a cuestionar estos pensamientos y a sustituirlos por otros más racionales, realistas y positivos. Por ejemplo, podemos pensar que el error es una oportunidad de aprendizaje, que somos personas valiosas independientemente de nuestros errores, o que podemos mejorar con esfuerzo y perseverancia.
La TREC se aplica mediante un proceso de cuatro pasos: A-B-C-D. El paso A se refiere al acontecimiento activador, es decir, la situación que desencadena nuestra emoción. El paso B se refiere a la creencia irracional que tenemos sobre el acontecimiento. El paso C se refiere a la consecuencia emocional, es decir, la culpa o la vergüenza que sentimos. El paso D se refiere a la disputa racional, es decir, el cuestionamiento y el cambio de la creencia irracional. Veamos un ejemplo:
A: Me rechazaron en una entrevista de trabajo.
B: Soy un inútil y nunca voy a encontrar un buen empleo.
C: Me siento culpable y avergonzado.
D: Esta creencia es irracional porque no tiene en cuenta otros factores que influyen en el resultado de una entrevista, como la competencia, el perfil del puesto o la subjetividad del entrevistador. Además, no tiene en cuenta mis cualidades y capacidades profesionales, ni las otras oportunidades que puedo encontrar en el mercado laboral. Una creencia más racional sería: No me seleccionaron en esta entrevista, pero eso no significa que sea un inútil o que no pueda encontrar un buen empleo. Tengo muchas fortalezas y competencias que puedo ofrecer a otras empresas. Seguiré buscando y preparándome para las próximas entrevistas.
Como podemos ver, al cambiar nuestra forma de pensar, cambiamos nuestra forma de sentir. La TREC es una terapia efectiva para liberarnos de la culpa y la vergüenza, y para mejorar nuestra autoestima y nuestro bienestar. Si quieres saber más sobre esta terapia o cómo aplicarla a tu caso particular, puedes consultar con un profesional de la psicología especializado en TREC.


