La autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos, de nuestras capacidades, cualidades y defectos. Es un aspecto fundamental de nuestra salud mental, ya que influye en cómo nos sentimos, cómo nos relacionamos con los demás y cómo afrontamos los desafíos de la vida.
Tener una autoestima adecuada significa aceptarnos y querernos tal como somos, reconociendo nuestras fortalezas y debilidades, y siendo capaces de mejorar lo que podemos cambiar y aceptar lo que no. Una autoestima adecuada nos ayuda a tener confianza en nosotros mismos, a valorar nuestras opiniones y decisiones, a expresar nuestras emociones y necesidades, y a respetarnos y respetar a los demás.
Por el contrario, tener una autoestima baja significa tener una imagen negativa de nosotros mismos, sentirnos inferiores, inseguros e insatisfechos. Una autoestima baja nos hace más vulnerables a sufrir estrés, ansiedad, depresión y otros problemas psicológicos. También puede afectar a nuestras relaciones sociales, laborales y familiares, ya que nos dificulta comunicarnos, establecer límites y defender nuestros derechos.
Por eso, es importante cuidar nuestra autoestima y trabajar para mejorarla si es necesario. Algunas estrategias que podemos aplicar son:
– Reconocer y valorar nuestros logros y cualidades, por pequeños que sean.
– Aprender de nuestros errores y fracasos, sin juzgarnos ni castigarnos.
– Ser amables y compasivos con nosotros mismos, tratándonos como lo haríamos con un buen amigo.
– Evitar las comparaciones con los demás, ya que cada persona es única e irrepetible.
– Buscar el apoyo de personas que nos quieran y nos respeten, y alejarnos de las que nos critican o nos hacen daño.
– Fomentar hábitos saludables de alimentación, ejercicio y descanso, que nos ayuden a sentirnos bien física y mentalmente.
– Buscar actividades que nos gusten y nos hagan sentir bien, que nos permitan desarrollar nuestras habilidades y expresar nuestra creatividad.
– Establecer metas realistas y desafiantes, que nos motiven a crecer y a superarnos.
– Buscar ayuda profesional si sentimos que nuestra autoestima está afectando negativamente a nuestra salud mental o a nuestra calidad de vida.
La autoestima es un proceso dinámico que se construye día a día con nuestras experiencias, pensamientos y emociones. Cuidarla es una forma de cuidarnos a nosotros mismos y de mejorar nuestro bienestar.


