¿Qué hacer cuando tienes un ataque de pánico nocturno?

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 ¿Qué hacer cuando tienes un ataque de pánico nocturno?

Los ataques de pánico nocturnos son episodios de ansiedad intensa que ocurren durante el sueño y que se acompañan de síntomas físicos y emocionales como palpitaciones, sudoración, dificultad para respirar, miedo a morir o a perder el control. Estos episodios pueden ser muy angustiantes y afectar la calidad de vida de las personas que los sufren.

Si tienes un ataque de pánico nocturno, lo primero que debes hacer es intentar calmarte y recordar que no estás en peligro. Puedes seguir estos pasos para ayudarte a superar la crisis:

– Respira profundamente y lentamente por la nariz y exhala por la boca. Repite este ejercicio varias veces hasta que notes que tu ritmo cardíaco se normaliza y tu tensión muscular disminuye.

– Levántate de la cama y camina por la habitación o por el pasillo. Esto te ayudará a distraerte de los pensamientos negativos y a oxigenar tu cerebro.

– Bebe un vaso de agua o una infusión relajante como manzanilla o tila. Evita el café, el alcohol o las bebidas con cafeína, ya que pueden aumentar tu ansiedad.

– Habla con alguien de confianza, ya sea en persona o por teléfono. Expresa lo que sientes y busca apoyo emocional. Si no tienes a nadie con quien hablar, puedes escribir en un diario o en una nota lo que te ha ocurrido y cómo te has sentido.

– Practica alguna técnica de relajación como el yoga, la meditación, la visualización o la música suave. Estas actividades te ayudarán a reducir el estrés y a favorecer el sueño.

– Vuelve a la cama cuando te sientas más tranquilo y trata de dormir. Si no puedes conciliar el sueño, lee un libro o mira una película que te guste y te relaje. Evita revisar el móvil o las redes sociales, ya que pueden estimular tu mente y dificultar el descanso.

Los ataques de pánico nocturnos pueden prevenirse o reducirse siguiendo unas pautas de higiene del sueño como:

– Mantener un horario regular de sueño, acostándose y levantándose a la misma hora todos los días.

– Evitar las siestas durante el día, especialmente si son largas o cercanas a la hora de dormir.

– Crear un ambiente propicio para el sueño, con una temperatura adecuada, una iluminación tenue, un colchón cómodo y sin ruidos ni distracciones.

– Evitar el consumo de sustancias estimulantes como el tabaco, el alcohol, el café o las drogas antes de dormir.

– Realizar ejercicio físico moderado durante el día, pero no justo antes de acostarse.

– Cenar ligero y al menos dos horas antes de ir a la cama. Evitar los alimentos picantes, grasos o difíciles de digerir.

– Realizar alguna actividad relajante antes de dormir como leer, escuchar música o meditar.

Si los ataques de pánico nocturnos son frecuentes o interfieren con tu vida diaria, es recomendable que consultes con un profesional de la salud mental que pueda evaluar tu caso y ofrecerte un tratamiento adecuado. El tratamiento puede incluir terapia psicológica, medicación o una combinación de ambas. El objetivo es ayudarte a identificar y modificar los pensamientos y creencias irracionales que generan ansiedad, así como enseñarte estrategias para afrontar las situaciones que te provocan miedo.

Los ataques de pánico nocturnos no son una enfermedad grave ni una señal de locura. Son una reacción normal del organismo ante una situación percibida como amenazante. Con ayuda profesional y siguiendo unas pautas saludables puedes superarlos y mejorar tu bienestar.


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