La comunicación asertiva y la terapia racional emotiva conductual (TREC) son dos herramientas que pueden ayudarnos a construir relaciones sanas con nosotros mismos y con los demás. En este artículo, explicaremos qué son estas técnicas y cómo aplicarlas en nuestro día a día.
La comunicación asertiva es la capacidad de expresar nuestros pensamientos, sentimientos y necesidades de forma clara, respetuosa y honesta, sin agredir ni someternos a los demás. La comunicación asertiva nos permite defender nuestros derechos y establecer límites saludables en nuestras relaciones. Algunos beneficios de la comunicación asertiva son:
– Mejora nuestra autoestima y confianza.
– Reduce el estrés y los conflictos.
– Favorece el entendimiento y la cooperación.
– Aumenta el respeto y la empatía.
La terapia racional emotiva conductual (TREC) es una forma de psicoterapia que se basa en el principio de que no son las situaciones las que nos afectan emocionalmente, sino las creencias que tenemos sobre ellas. La TREC nos enseña a identificar y cuestionar las creencias irracionales que nos generan emociones negativas como la ansiedad, la culpa o la ira, y a reemplazarlas por creencias racionales que nos ayuden a sentirnos mejor y a actuar de forma más adaptativa. Algunos beneficios de la TREC son:
– Nos ayuda a tomar conciencia de nuestros pensamientos y emociones.
– Nos permite cambiar las interpretaciones que nos hacen sufrir.
– Nos motiva a enfrentar los problemas y buscar soluciones.
– Nos facilita el desarrollo personal y el bienestar.
Para construir relaciones sanas a través de la comunicación asertiva y la TREC, podemos seguir estos pasos:
– Escuchar activamente al otro, mostrando interés y comprensión.
– Expresar nuestros sentimientos y necesidades de forma directa y respetuosa, usando el «yo» en lugar del «tú».
– Reconocer los puntos de vista del otro, sin juzgar ni criticar.
– Buscar acuerdos y soluciones que satisfagan a ambas partes.
– Identificar las creencias irracionales que nos impiden comunicarnos de forma asertiva, como «debo gustarle a todo el mundo», «si me dice que no es que no me quiere» o «si no hace lo que yo digo es que no me respeta».
– Cuestionar estas creencias con preguntas como «¿qué evidencia tengo de que esto sea cierto?», «¿qué consecuencias tiene para mí creer esto?» o «¿qué alternativas más racionales puedo pensar?».
– Reemplazar estas creencias por otras más realistas y positivas, como «no puedo gustarle a todo el mundo y eso está bien», «si me dice que no es porque tiene otras preferencias o necesidades» o «si no hace lo que yo digo es porque tiene derecho a elegir».
La comunicación asertiva y la TREC son habilidades que se pueden aprender y practicar con el tiempo. Si queremos mejorar nuestras relaciones, podemos empezar por aplicar estas técnicas en nuestro día a día, siendo conscientes de nuestros pensamientos, emociones y comportamientos, y buscando formas de expresarnos y relacionarnos de forma más sana y satisfactoria.


