La terapia racional emotiva conductual (TREC) es una forma de psicoterapia que se basa en el principio de que nuestras emociones y conductas están determinadas por nuestros pensamientos y creencias. La TREC nos ayuda a identificar y modificar las creencias irracionales que nos causan malestar y nos impiden alcanzar nuestros objetivos. En este artículo, vamos a ver cómo la TREC puede ser útil para nutrir nuestra autoestima en la maternidad/paternidad.
La autoestima es el conjunto de percepciones, evaluaciones y sentimientos que tenemos sobre nosotros mismos. La autoestima influye en cómo nos relacionamos con los demás, cómo afrontamos los retos y cómo nos sentimos con nuestras decisiones. Tener una autoestima saludable implica aceptarnos y valorarnos de forma realista, reconociendo nuestras fortalezas y debilidades, y respetando nuestros derechos y necesidades.
La maternidad/paternidad es una etapa de la vida que supone muchos cambios y desafíos, tanto a nivel físico como emocional. Es normal que en este proceso surjan dudas, miedos, inseguridades y sentimientos encontrados. A veces, podemos tener creencias irracionales que nos hacen sentir culpables, frustrados, insatisfechos o inferiores como padres/madres. Por ejemplo:
– Necesito ser un padre/madre perfecto/a y no cometer ningún error.
– Debo hacer feliz a mi hijo/a en todo momento y satisfacer todas sus demandas.
– Si mi hijo/a no se porta bien o no cumple mis expectativas, significa que soy un mal padre/madre.
– No puedo pedir ayuda ni delegar responsabilidades porque eso demuestra que soy incapaz o egoísta.
– Mi vida debe girar exclusivamente en torno a mi hijo/a y renunciar a mis intereses personales o profesionales.
Estas creencias irracionales pueden generar emociones negativas como ansiedad, tristeza, enfado o vergüenza, y conductas inadecuadas como sobreprotección, exigencia, evitación o aislamiento. Estas emociones y conductas pueden afectar negativamente a nuestra autoestima y a nuestra relación con nuestro hijo/a.
La TREC nos propone un método para cuestionar y cambiar estas creencias irracionales por otras más racionales, realistas y adaptativas. El método se basa en el modelo ABCDE:
– A: Acontecimiento. Es la situación que nos genera malestar. Por ejemplo: «Mi hijo/a ha suspendido un examen».
– B: Creencia. Es el pensamiento o la interpretación que hacemos del acontecimiento. Por ejemplo: «Soy un mal padre/madre porque no le he ayudado lo suficiente».
– C: Consecuencia. Es la emoción o la conducta que se deriva de la creencia. Por ejemplo: «Me siento culpable y triste» o «Le castigo y le exijo más».
– D: Discusión. Es el proceso de analizar críticamente la creencia y buscar evidencias a favor y en contra. Por ejemplo: «¿Qué pruebas tengo de que soy un mal padre/madre? ¿Qué otras explicaciones puede haber para el suspenso de mi hijo/a? ¿Qué consecuencias tiene para mí y para él/ella que me sienta culpable y le castigue?».
– E: Efecto. Es el resultado de sustituir la creencia irracional por otra más racional. Por ejemplo: «No soy un mal padre/madre porque mi hijo/a haya suspendido un examen. Hay muchos factores que pueden influir en su rendimiento académico. Me siento preocupado/a pero no culpable. Le apoyo y le animo a mejorar».
Al aplicar este método, podemos reducir nuestro malestar emocional y mejorar nuestra autoestima como padres/madres. Además, podemos transmitir a nuestro hijo/a un modelo de pensamiento más positivo, flexible y constructivo, que le ayude a desarrollar su propia autoestima.
La TREC es una terapia breve, eficaz y práctica que nos ofrece herramientas para enfrentarnos a los retos de la maternidad/paternidad con mayor confianza y seguridad. Si quieres saber más sobre esta terapia o necesitas ayuda profesional, puedes consultar con un psicólogo especializado en TREC.


