El autocontrol es la capacidad de regular nuestras emociones, pensamientos y comportamientos frente a situaciones difíciles o tentadoras. Es una habilidad que nos ayuda a alcanzar nuestras metas, mantener nuestra salud mental y física, y mejorar nuestras relaciones personales y profesionales. Sin embargo, muchas personas tienen dificultades para ejercer el autocontrol en diferentes ámbitos de su vida, lo que les genera frustración, estrés y malestar.
La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) es un tipo de psicoterapia que se basa en el principio de que no son las situaciones las que nos afectan emocionalmente, sino la forma en que las interpretamos y las creencias que tenemos sobre ellas. La TREC nos enseña a identificar y modificar las creencias irracionales que nos impiden tener un autocontrol adecuado, y a desarrollar habilidades para afrontar los retos de la vida de forma más racional y efectiva.
En este artículo te explicaremos cómo la TREC puede ayudarte a mejorar el autocontrol en cuatro pasos:
1. Reconoce tus emociones y comportamientos desadaptativos. El primer paso es tomar conciencia de cómo te sientes y cómo actúas cuando pierdes el control. Por ejemplo, si te enfadas con facilidad, puedes observar qué situaciones te provocan ira, qué pensamientos tienes en esos momentos, cómo reaccionas físicamente y qué consecuencias tiene tu conducta para ti y para los demás.
2. Cuestiona tus creencias irracionales. El segundo paso es analizar críticamente las creencias que sustentan tus emociones y comportamientos desadaptativos. Estas creencias suelen ser absolutistas, exigentes e inflexibles, y se expresan con palabras como «debo», «tengo que», «necesito», «no puedo», «no soporto», etc. Por ejemplo, si te enfadas porque alguien no hace lo que tú quieres, puedes cuestionarte si realmente tienes el derecho de exigirle eso, si eso es lo único que te hace feliz, o si no hay otra forma de resolver el problema.
3. Reemplaza tus creencias irracionales por racionales. El tercer paso es sustituir las creencias irracionales por otras más racionales, realistas y adaptativas, que te permitan tener un mayor control sobre tus emociones y comportamientos. Estas creencias se basan en la evidencia, la lógica y la flexibilidad, y se expresan con palabras como «preferiría», «me gustaría», «puedo», «soporto», etc. Por ejemplo, si te enfadas porque alguien no hace lo que tú quieres, puedes reemplazar tu creencia irracional por algo como «preferiría que hiciera lo que yo quiero, pero no puedo obligarle a hacerlo; puedo intentar negociar con él o buscar otras alternativas que me satisfagan».
4. Practica tus nuevas creencias y habilidades. El cuarto paso es poner en práctica tus nuevas creencias racionales y las habilidades que te ayuden a regular tus emociones y comportamientos de forma más efectiva. Por ejemplo, si te enfadas porque alguien no hace lo que tú quieres, puedes practicar la asertividad para expresar tu opinión sin agredir ni someterte; la empatía para comprender el punto de vista del otro; la relajación para calmar tu tensión física; o el humor para relativizar la situación.
La TREC es una terapia que puede ayudarte a mejorar el autocontrol en diferentes áreas de tu vida, como el trabajo, la salud, las relaciones o el ocio. Si quieres aprender más sobre esta terapia o necesitas ayuda profesional para aplicarla, puedes consultar con un psicólogo especializado en TREC.


