La terapia racional emotiva conductual (TREC) es una forma de psicoterapia que se basa en la idea de que nuestros pensamientos, emociones y conductas están interrelacionados y se influyen mutuamente. Esta terapia fue creada por el psicólogo Albert Ellis, quien se inspiró en la filosofía estoica y en el enfoque cognitivo-conductual.
El objetivo de la TREC es ayudar a las personas a liberarse de los pensamientos autodestructivos que les causan sufrimiento y limitan su bienestar. Estos pensamientos suelen ser irracionales, exagerados o absolutistas, y se activan ante determinados acontecimientos de la vida. Por ejemplo, pensar que necesitamos ser perfectos, que debemos complacer a todo el mundo o que no podemos soportar la frustración.
La TREC propone un método para identificar, cuestionar y modificar estas creencias irracionales, sustituyéndolas por otras más racionales, realistas y adaptativas. De esta manera, se logra cambiar las emociones negativas por otras más positivas y saludables, y se favorece el desarrollo de conductas más eficaces para afrontar los problemas.
La TREC es una terapia breve, directiva y activa, que implica la colaboración entre el terapeuta y el cliente. El terapeuta actúa como un educador, un guía y un provocador, que utiliza diferentes técnicas cognitivas, emotivas y conductuales para facilitar el cambio. El cliente, por su parte, debe asumir su responsabilidad, su compromiso y su esfuerzo para lograr sus objetivos terapéuticos.
La TREC se puede aplicar a una gran variedad de problemas psicológicos, como la ansiedad, la depresión, la baja autoestima, las fobias, las adicciones o las dificultades relacionales. Además, se puede utilizar como una herramienta de prevención y de crecimiento personal, ya que enseña a las personas a pensar de forma más racional, a gestionar mejor sus emociones y a mejorar sus habilidades sociales.


