La comunicación no verbal es una parte esencial de la interacción humana. Se refiere a los mensajes que transmitimos a través de nuestro lenguaje corporal, nuestra expresión facial, nuestro tono de voz y otros elementos que no dependen de las palabras. La comunicación no verbal puede influir en cómo nos perciben los demás, cómo nos sentimos y cómo nos relacionamos.
Para mejorar nuestra capacidad de comunicación no verbal, podemos utilizar algunas técnicas de psicología que nos ayuden a ser más conscientes de nuestros propios gestos y a interpretar mejor los de los demás. Algunas de estas técnicas son:
– Observar el contexto. El significado de la comunicación no verbal puede variar según el lugar, el momento, la cultura y la relación entre los interlocutores. Por ejemplo, cruzar los brazos puede indicar defensa o incomodidad en una situación de conflicto, pero también puede ser una postura cómoda o relajada en un ambiente informal. Por eso, es importante tener en cuenta el contexto antes de sacar conclusiones sobre lo que quiere decir el otro con su lenguaje corporal.
– Prestar atención al contacto visual. El contacto visual es una forma de mostrar interés, confianza y respeto en una conversación. Sin embargo, también hay que tener cuidado de no excederse, ya que puede resultar intimidante o invasivo. Lo ideal es mantener un contacto visual moderado y alternarlo con otras señales de atención, como asentir con la cabeza o sonreír.
– Ajustar la distancia interpersonal. La distancia interpersonal se refiere al espacio físico que mantenemos con los demás cuando hablamos. Esta distancia puede variar según el grado de intimidad, confianza o formalidad que exista entre las personas. Por lo general, se distinguen cuatro zonas: íntima (menos de 45 cm), personal (entre 45 y 120 cm), social (entre 120 y 360 cm) y pública (más de 360 cm). Para mejorar la comunicación no verbal, es conveniente adaptarse a la zona adecuada según el tipo de relación y el objetivo de la conversación.
– Reflejar el lenguaje corporal del otro. El reflejo consiste en imitar sutilmente el lenguaje corporal del otro, como su postura, sus gestos o su ritmo de habla. Esta técnica puede favorecer la empatía, la sintonía y la confianza entre los interlocutores, ya que crea una sensación de similitud y afinidad. No obstante, hay que hacerlo con naturalidad y discreción, para evitar que se perciba como una burla o una manipulación.
Estas son algunas de las técnicas de psicología que podemos utilizar para mejorar nuestra capacidad de comunicación no verbal. Al practicarlas, podremos expresarnos mejor y entender mejor a los demás, lo que nos ayudará a mejorar nuestras relaciones personales y profesionales.


