La terapia racional emotiva conductual (TREC) es una forma de psicoterapia que se basa en el principio de que nuestros pensamientos influyen en nuestras emociones y comportamientos. Según esta terapia, muchas de las dificultades que experimentamos en nuestras relaciones de pareja se deben a creencias irracionales o distorsionadas que tenemos sobre nosotros mismos, los demás y el mundo.
En este artículo, vamos a ver algunos consejos basados en la TREC para mantener la diversión y la alegría en una relación de pareja. Estos consejos nos ayudarán a identificar y modificar nuestras creencias irracionales, así como a fomentar una comunicación más efectiva y asertiva con nuestra pareja.
1. Cuestiona tus creencias irracionales. Las creencias irracionales son aquellas que no se ajustan a la realidad, que son exageradas o absolutistas, y que nos generan emociones negativas como ansiedad, culpa, enfado o tristeza. Algunos ejemplos de creencias irracionales son: «Debo ser perfecto/a para que mi pareja me quiera», «Mi pareja tiene que hacer todo lo que yo diga o me abandonará», «Si discutimos es que no nos queremos», «Nuestra relación tiene que ser siempre divertida y apasionada». Estas creencias nos impiden disfrutar de nuestra relación y nos hacen sentir insatisfechos e infelices. Para cuestionarlas, podemos preguntarnos: ¿Qué evidencia tengo de que esta creencia sea cierta? ¿Qué consecuencias tiene esta creencia para mí y para mi pareja? ¿Qué alternativa más racional y realista puedo adoptar?
2. Expresa tus sentimientos y necesidades de forma asertiva. La asertividad es la habilidad de expresar nuestros sentimientos, opiniones y necesidades de forma respetuosa y honesta, sin agredir ni someternos a los demás. Ser asertivo con nuestra pareja nos permite resolver los conflictos de forma constructiva, evitar malentendidos y fortalecer el vínculo afectivo. Para ser asertivo, podemos seguir estos pasos: describir la situación de forma objetiva, expresar nuestros sentimientos sin culpar ni juzgar a la otra persona, pedir lo que necesitamos o queremos de forma clara y concreta, y ofrecer alternativas o soluciones negociables.
3. Practica la empatía y la escucha activa. La empatía es la capacidad de ponernos en el lugar del otro y comprender sus sentimientos, pensamientos y motivaciones. La escucha activa es la actitud de prestar atención plena a lo que el otro dice, sin interrumpirlo ni distraernos, y mostrando interés y respeto por su mensaje. Practicar la empatía y la escucha activa con nuestra pareja nos ayuda a mejorar la comunicación, a entender mejor sus necesidades y expectativas, y a generar confianza y cercanía. Para practicar la empatía y la escucha activa, podemos hacer lo siguiente: mirar a los ojos al otro, asentir o hacer gestos que indiquen que le estamos siguiendo, hacer preguntas abiertas o comentarios que profundicen en lo que nos dice, evitar dar consejos o soluciones prematuras, y resumir o parafrasear lo que hemos entendido.
4. Dedica tiempo de calidad a tu pareja. El tiempo de calidad es aquel que compartimos con nuestra pareja haciendo actividades que nos gustan y nos divierten, sin distracciones ni interferencias. Dedicar tiempo de calidad a nuestra pareja nos permite reforzar el vínculo afectivo, disfrutar del presente y crear recuerdos positivos. Para dedicar tiempo de calidad a nuestra pareja, podemos planificar con antelación momentos especiales, como una cena romántica, un paseo por la naturaleza o una escapada de fin de semana. También podemos aprovechar las pequeñas oportunidades del día a día, como desayunar juntos, abrazarnos al despertar o al acostarnos, o ver una película en el sofá.
5. Cultiva tu individualidad y respeta la del otro. La individualidad es el conjunto de rasgos, intereses y valores que nos definen como personas únicas e irrepetibles. Cultivar nuestra individualidad y respetar la del otro es fundamental para mantener una relación sana y equilibrada, donde cada uno pueda desarrollarse plenamente sin perder su esencia ni su autonomía. Para cultivar nuestra individualidad y respetar la del otro, podemos hacer lo siguiente: mantener nuestras aficiones y amistades fuera de la pareja, apoyar los proyectos personales y profesionales del otro sin interferir ni imponer nuestros criterios, aceptar las diferencias y los desacuerdos sin intentar cambiar al otro ni criticarlo.
Estos son algunos consejos basados en la terapia racional emotiva conductual para mantener la diversión y la alegría en una relación de pareja. Sin embargo, no hay una fórmula mágica ni única para lograrlo. Cada pareja es diferente y tiene sus propios retos y recursos. Lo importante es estar dispuestos a trabajar en equipo, con amor y respeto mutuo.


