Según la terapia racional emotiva conductual (TREC), una de las causas más comunes de la falta de pasión y deseo sexual en una relación de pareja es la presencia de creencias irracionales sobre el sexo y el amor. Estas creencias pueden generar sentimientos de culpa, vergüenza, miedo o insatisfacción que interfieren con la expresión y el disfrute de la sexualidad.
La TREC propone que para superar esta situación es necesario identificar y modificar las creencias irracionales que nos impiden vivir plenamente nuestra sexualidad. Algunas de estas creencias son:
– El sexo es una obligación que tengo que cumplir con mi pareja aunque no tenga ganas.
– Si no tengo deseo sexual significa que no amo a mi pareja o que hay algo malo en mí.
– Mi pareja tiene que satisfacer todas mis necesidades sexuales y yo las suyas, sin importar lo que nos guste o nos disguste.
– El sexo tiene que ser siempre perfecto, romántico y apasionado, como en las películas o los libros.
– Si experimento fantasías sexuales con otras personas estoy siendo infiel o desleal a mi pareja.
Estas creencias son irracionales porque no se basan en la realidad, sino en expectativas o exigencias que nos imponemos a nosotros mismos o a nuestra pareja. Además, son perjudiciales porque nos generan emociones negativas y nos impiden disfrutar del sexo como una forma de comunicación, placer y diversión.
Para modificar estas creencias irracionales es necesario cuestionarlas y sustituirlas por otras más racionales, flexibles y adaptativas. Por ejemplo:
– El sexo es una opción que puedo elegir libremente según mi estado de ánimo y mis deseos. No tengo que hacerlo por obligación ni por complacer a nadie.
– El deseo sexual puede variar según diferentes factores como el estrés, el cansancio, la salud o el ciclo hormonal. No depende del amor que sienta por mi pareja ni de mi valía como persona.
– Mi pareja y yo somos seres individuales con gustos y preferencias sexuales diferentes. Podemos negociar y acordar lo que nos gusta hacer y lo que no, respetando nuestros límites y deseos.
– El sexo no tiene que ser perfecto ni igual siempre. Puede haber momentos más o menos intensos, más o menos románticos, más o menos divertidos. Lo importante es disfrutar del momento y de la conexión con mi pareja.
– Las fantasías sexuales son normales y saludables. No implican que quiera estar con otra persona ni que no valore a mi pareja. Son solo imaginaciones que puedo compartir o no con mi pareja, según me apetezca.
Al cambiar estas creencias irracionales por otras más racionales podremos mejorar nuestra autoestima, nuestra comunicación y nuestra confianza con nuestra pareja. Así podremos superar la falta de pasión y deseo sexual y vivir una sexualidad más plena y satisfactoria.


