Según la terapia racional emotiva conductual (TREC), una de las claves para mantener una relación saludable y satisfactoria es cultivar la admiración y el respeto mutuos. Estos sentimientos se basan en el reconocimiento de las cualidades positivas de la pareja, así como en la aceptación de sus defectos y limitaciones. Sin embargo, cuando la relación se desarrolla a larga distancia, puede resultar más difícil mantener estos sentimientos vivos, debido a la falta de contacto físico, la comunicación limitada y los posibles conflictos o malentendidos.
¿Qué podemos hacer entonces para preservar la admiración y el respeto en una relación a larga distancia? La TREC nos ofrece algunas pautas que podemos seguir:
– Evitar las creencias irracionales sobre la relación. Estas son ideas irracionales que nos hacen tener expectativas poco realistas o exigencias inflexibles sobre nuestra pareja o sobre nosotros mismos. Por ejemplo, creer que nuestra pareja debe estar siempre disponible para nosotros, que debemos saber todo lo que hace o piensa, que no puede tener otras amistades o intereses, que nunca debe cometer errores o decepcionarnos, etc. Estas creencias nos llevan a sentir ansiedad, celos, frustración o resentimiento, y a actuar de forma posesiva, controladora o agresiva. En cambio, debemos adoptar creencias racionales que nos ayuden a aceptar la realidad de la relación a distancia, a confiar en nuestra pareja y en nosotros mismos, a respetar su espacio y su individualidad, a tolerar la incertidumbre y a resolver los problemas de forma constructiva.
– Comunicarse de forma efectiva. La comunicación es fundamental en cualquier relación, pero más aún en una relación a distancia, donde no podemos contar con el lenguaje corporal o las señales no verbales para transmitir nuestros mensajes. Por eso, es importante comunicarnos de forma clara, honesta y asertiva con nuestra pareja, expresando nuestros sentimientos, necesidades y deseos, pero también escuchando y comprendiendo los suyos. Debemos evitar las críticas, los reproches, las amenazas o las manipulaciones, que solo generan conflicto y distancia. En su lugar, debemos usar el refuerzo positivo, el reconocimiento, el agradecimiento y el humor para fortalecer el vínculo afectivo y mostrar nuestra admiración y respeto.
– Mantener una rutina de contacto. Aunque no podamos vernos físicamente con frecuencia, es importante mantener una rutina de contacto con nuestra pareja que nos permita sentirnos cerca y conectados. Podemos usar diferentes medios de comunicación (llamadas telefónicas, mensajes de texto, correos electrónicos, videollamadas, etc.) para compartir nuestro día a día, nuestras experiencias, nuestros planes y nuestros sueños. También podemos hacer actividades juntos a distancia, como ver una película, leer un libro o jugar un juego online. Lo importante es encontrar un equilibrio entre la cantidad y la calidad del contacto, adaptándonos a las necesidades y preferencias de cada uno.
– Cuidar de uno mismo. Para mantener una relación a larga distancia saludable y satisfactoria, también es esencial cuidar de uno mismo. Esto implica atender nuestras propias emociones, pensamientos y conductas, y buscar nuestro bienestar físico y mental. Debemos evitar depender exclusivamente de nuestra pareja para sentirnos felices o realizados, y desarrollar nuestra propia vida personal y social. Podemos aprovechar el tiempo que tenemos para nosotros para hacer cosas que nos gusten y nos hagan crecer como personas: estudiar, trabajar, practicar un hobby, hacer ejercicio, salir con amigos o familiares, etc. De esta forma, no solo mejoramos nuestra autoestima y nuestra confianza, sino que también enriquecemos nuestra relación con nuevas experiencias e intereses que podemos compartir con nuestra pareja.


