Hace unos años, Mariana, una joven de 28 años, llegó a mi consulta con una sensación constante de insuficiencia. Era ingeniera, tenía una buena red de amigos y una familia amorosa, pero siempre sentía que no estaba a la altura, que le faltaba algo para «ser suficiente». Una tarde, después de un día especialmente complicado en el trabajo, rompió a llorar y se preguntó: «¿Qué estoy haciendo mal si lo intento todo y aún así no es suficiente?»
La historia de Mariana
Mariana comenzó a explorar sus pensamientos y emociones en terapia. Descubrió que sus expectativas desmedidas y las comparaciones constantes con los demás eran las principales culpables. Su inseguridad no era falta de capacidad, sino una distorsión en cómo veía sus logros y su valor como persona. Con paciencia, tiempo y algunas herramientas, logró cambiar esa narrativa interna que tanto daño le hacía.
Consejo 1: Identifica y desafía tus creencias irracionales
A menudo, el sentimiento de insuficiencia viene de creencias como «debo ser perfecto para ser valioso» o «si no logro X, no valgo nada». Escríbelas, léelas en voz alta y pregúntate:
- ¿Esto es 100% cierto?
- ¿Qué evidencia tengo para demostrarlo o refutarlo?
- ¿Qué diría un buen amigo si escuchara esto?
Mariana aprendió a cuestionar estas creencias y reemplazarlas por pensamientos más racionales y compasivos, como «No tengo que ser perfecta para ser valiosa» o «Estoy haciendo lo mejor que puedo, y eso es suficiente».
Consejo 2: Practica el autocuidado emocional
El autocuidado no solo es físico, también es emocional. Mariana empezó a reservar tiempo para actividades que la llenaban de energía y le recordaban su valor: pintar, caminar por el parque y leer novelas.
Ejercicio práctico:
Dedica al menos 20 minutos diarios a algo que te haga sentir pleno/a, sin juzgarte por no ser productivo/a en ese momento. ¡Es tu tiempo!
Consejo 3: Rodéate de personas que te eleven
Las personas con las que pasamos tiempo influyen enormemente en cómo nos sentimos. Mariana identificó que algunos comentarios de su entorno la hacían dudar de sí misma. No fue fácil, pero comenzó a rodearse de amigos y colegas que la apoyaban, reconocían sus esfuerzos y la hacían sentir valiosa.
Ejercicio práctico:
Haz una lista de las personas que te hacen sentir bien contigo mismo/a. Intenta pasar más tiempo con ellas y menos con quienes te generan inseguridad.
Una frase para compartir
«Eres suficiente, no porque seas perfecto/a, sino porque eres auténtico/a.» 🌟
Cada paso que das hacia una mejor relación contigo mismo/a es un recordatorio de que el cambio comienza desde dentro. ¡Comparte este mensaje con alguien que necesite escucharlo! 💌



