Ana siempre pensó que debía ser querida por todos. Bastaba con que alguien le hiciera una cara rara o no respondiera su mensaje para que su mente se llenara de frases como: “Seguro ya no me soporta”, “Debí hacer algo mal”, “Soy un desastre social”. Lo que Ana no sabía es que estaba atrapada en un pensamiento irracional… y que, con el enfoque adecuado, podía aprender a desactivarlo en segundos.
¿Qué es un pensamiento irracional?
Los pensamientos irracionales son esos “autosaboteadores mentales” que nos hacen sentir ansiedad, culpa, vergüenza o frustración, sin que realmente estén justificados por la realidad. Son creencias absolutistas, rígidas, exageradas o falsas necesidades, como:
- “Debo hacerlo perfecto o soy un fracaso.”
- “Necesito que todos me aprueben para sentirme bien.”
- “No puedo soportar equivocarme.”
Estas ideas suelen aparecer sin que nos demos cuenta, y lo peor es que las creemos al pie de la letra. Pero aquí viene la buena noticia: puedes entrenar a tu mente para reconocerlas y desactivarlas rápidamente
¿Cómo identificarlas?
- Escucha tus emociones intensas. Si sientes rabia, ansiedad, tristeza abrumadora o una necesidad de control desesperada, es probable que haya un pensamiento irracional detrás.
- Hazte esta pregunta mágica: “¿Qué me estoy diciendo a mí mismo sobre esta situación?” Es ahí donde verás frases del tipo “no debería pasarme esto”, “tengo que lograrlo”, “es insoportable”Formato para TREC para ….
- Busca los clásicos de Ellis:
- “Tendría que…”
- “Es terrible que…”
- “No puedo con esto…”
- “Soy un inútil porque…”
¿Y cómo los desarmas?
La Terapia Racional Emotiva (TREC), creada por Albert Ellis, propone un método muy simple y poderoso para desmontar estos pensamientos. Aquí va un resumen exprés para desactivarlos en segundos:
1. Detecta el pensamiento
Ejemplo: “No puedo soportar que me rechacen”.
2. Cuestiónalo con lógica y realidad:
- ¿Dónde está escrito que no debo ser rechazado?
- ¿Es lógico pensar que si me rechazan no valgo nada?
- ¿Qué pruebas tengo de que no puedo soportarlo?
- ¿Esto me ayuda o me hunde más?
3. Reemplázalo por uno racional y flexible:
“Preferiría no ser rechazado, pero si pasa puedo afrontarlo. No define quién soy.”
Este cambio, aunque parezca pequeño, transforma por completo tu respuesta emocional. Te da poder sobre tu mente. Y eso es liberador
Recuerda esto siempre
- No eres lo que piensas.
- Tus pensamientos no son hechos.
- Puedes cambiarlos.
- Puedes aprender a hablarte mejor.
Ana no cambió de un día para otro. Pero el día que empezó a cuestionar esa vocecita crítica en su cabeza, algo hizo clic. Descubrió que no tenía que creerse todo lo que pensaba. Y tú también puedes empezar por ahí. Solo necesitas una pausa, una pregunta, una nueva forma de mirar.
¿Te atreves a desarmar tu próxima creencia irracional?



