Cuando pensamos en tacos, pensamos en opciones infinitas: carnitas, pastor, cochinita, vegetarianos, y hasta de camarón. Cada taco es único, como tú. Y así como eliges el taco perfecto para satisfacer tu hambre, también puedes elegir lo que nutre tu amor propio.
Vamos con la historia de Mariana, amante de los tacos y aprendiz del amor propio. Mariana trabajaba largas horas, siempre diciendo «sí» a todo, hasta que un día, mientras devoraba un taco de suadero, tuvo una revelación: su vida estaba llena de ingredientes que no la hacían feliz. ¿Por qué se esforzaba tanto por agradar a todos mientras se olvidaba de sí misma? Decidió que era hora de cambiar el menú.
🌮 Primer consejo: Aprende a decir no al “limón seco” de la vida
Mariana entendió que no todos los tacos necesitan limón, y no todos los compromisos necesitan un «sí». Aprender a poner límites no es ser egoísta, es ser selectivo con lo que entra en tu tortilla emocional.
Práctica: Antes de aceptar algo, pregúntate: «¿Esto me nutre o solo llena un espacio vacío?»
🌮 Segundo consejo: Llena tu tortilla con ingredientes que te hagan bien
Mariana comenzó a elegir actividades y personas que le daban alegría. Se apuntó a clases de baile, donde se sentía libre y feliz. Descubrió que, al igual que los tacos al pastor necesitan piña para equilibrar el sabor, su vida necesitaba una mezcla de diversión y descanso.
Práctica: Dedica tiempo a algo que amas cada semana. Esa salsa especial hará la diferencia.
🌮 Tercer consejo: Acepta que no necesitas ser el “taco perfecto”
No todos los días serán ideales, y eso está bien. Mariana dejó de compararse con los demás, entendiendo que incluso los tacos más simples son deliciosos si están hechos con autenticidad. A veces, el amor propio es simplemente disfrutar de lo que eres, sin aderezos extra.
Práctica: Escribe tres cosas que te gusten de ti al final de cada día, como si estuvieras componiendo tu propio menú.
Una reflexión para llevar:
El amor propio no es cuestión de tener la tortilla más perfecta, sino de llenarla con lo que realmente te nutre. Recuerda, los mejores tacos no se miden por los ingredientes más caros, sino por el amor con el que se preparan.
Frase para compartir: «Sé como un taco bien servido: auténtico, lleno de sabor y preparado para nutrir el alma.» 🌟



