«Cómo usar el sentido del humor para calmar tu ansiedad (sin sarcasmo dañino)»

2–4 minutos


«El día que reí para no llorar (y funcionó)»

Cuando Elena cumplió 36, la vida le lanzó una de esas temporadas que parecen escritas por un guionista de telenovela dramática con café en vena y cero filtros: su trabajo pendía de un hilo, su pareja se distanciaba emocionalmente, y su ansiedad dormía con ella cada noche, como una manta eléctrica mal calibrada: quemaba en lugar de reconfortar.

Una noche, entre ataques de pánico silenciosos y pensamientos catastróficos dignos de una película de terror, Elena se topó con un video absurdo de un gato vestido de unicornio tratando de cazar una tostadora. Rió. Rió como no lo había hecho en semanas. Y ahí, en medio de esa carcajada involuntaria, sintió una pausa. Un respiro. Un espacio entre sus pensamientos oscuros y su presente. Por primera vez en mucho tiempo, se sintió… ligera.

Fue entonces cuando comprendió que el humor, ese bálsamo invisible, no solo sirve para entretener, sino para sanar.


El humor como medicina emocional

La ansiedad es una experta en exagerar, dramatizar y convertir un «no me respondieron el mensaje» en «me odian y voy a morir sola». Pero el humor, cuando se usa bien, actúa como un espejo que distorsiona esas tragedias inventadas hasta volverlas risibles. No para negar lo que sentimos, sino para aflojar el nudo de tensión que tanto aprieta.

¿Cómo se usa el humor sin caer en el sarcasmo cruel que se disfraza de valentía?

Aquí van unos consejos que Elena aprendió (y tú también puedes aplicar):


1. Ríete con tus pensamientos, no de ti mismo

Hazte amigo de tu mente dramática. Si piensas: “Si no presento bien este informe, voy a perder el trabajo y terminaré viviendo debajo de un puente”, respóndele: “Perfecto, pero que sea un puente con Wi-Fi, por favor”. Ese tipo de humor no niega tu preocupación, pero la pone en contexto. Le quita poder.


2. Crea tu «kit de emergencias mentales»

Elena creó una carpeta en su celular llamada “SOS Cerebro”, llena de videos ridículos, memes con los que se identificaba y audios de sus sobrinos diciendo cosas sin sentido. Cuando sentía que la ansiedad se asomaba, abría esa carpeta como quien toma un calmante emocional.

Hazlo tú también. Memes, gifs, frases absurdas. Que tu kit sea tu propio stand-up personal.


3. Usa el humor para conectar, no para evitar

A veces usamos el humor para esquivar conversaciones profundas (“¡Estoy fatal, pero jaja todo bien!”). Pero cuando lo usamos para compartir desde la vulnerabilidad (“Hoy mi ansiedad quiso hacerme llorar por un correo mal escrito, así que me compré un helado y le dije que se fuera a dormir”), creamos puentes con otros.

No te escondas detrás del chiste. Úsalo como faro, no como muro.


4. Cuida el tipo de humor que consumes

El sarcasmo que se burla de ti, que ridiculiza a los demás, que niega el dolor… no calma. Solo distrae. Y al final, el monstruo sigue ahí.

En cambio, el humor compasivo, ese que dice “todos estamos rotos y eso nos hace adorables”, ese sí sana. Ese te abraza. Ese calma.


Y tú, ¿cuándo fue la última vez que te reíste de tu drama interno con amor?

Tal vez hoy puedas mirar tus pensamientos exagerados como una telenovela interna con bajo presupuesto, actores malos y música de fondo innecesariamente intensa… y reír.

Porque sí: reír también es un acto de resistencia emocional.


Frase para compartir:

🌀 «A veces, la mejor manera de calmar la tormenta es reírte del pronóstico.» 🌧️😂


Trastornos mentales de Los Simpson: 10 personajes y sus “locuras” más conocidasTrastornos mentales de Los Simpson: 10 personajes y sus “locuras” más conocidas21 de septiembre de 2025Psicólogo Juan José Hernández Lira

aceptación incondicional Agresividad Albert Ellis Ansiedad autoaceptación autoestima autoexigencia baja tolerancia a la frustración bienestar bienestar emocional Cambiar cambio emocional comunicación control emocional crecimiento personal creencias irracionales Depresión diálogo interno emociones emociones intensas emociones negativas enojo Estrés fff Insomnio Manejo de conductas Manejo de emociones Metas Motivación Pareja pensamiento irracional pensamientos irracionales perfeccionismo Recursos Resiliencia Responsabilidad emocional Salud Mental SaludMental Terapia Terapia Cognitivo Conductual terapia racional emotiva Terapia Racional Emotiva conductual Tolerancia a la Frustración Trastornos TREC

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Descubre más desde Psicólogo en línea