«¿Es normal hablar contigo mismo? Spoiler: ¡Sí, pero con estilo!»

2–3 minutos

¿Es normal hablar contigo mismo? Spoiler: ¡Sí, pero con estilo!

Amaneció un martes cualquiera. Ernesto, un diseñador gráfico de 43 años, miraba su taza de café como si dentro hubiera respuestas existenciales. Llevaba semanas estresado por una entrega, la lavadora hacía ruidos raros, su gato lo ignoraba y, para colmo, había discutido con su madre por no contestar un mensaje con emoji.

Pero ese día algo diferente ocurrió: mientras caminaba hacia su estudio casero, murmuró en voz alta:

—Vamos, Ernesto, hoy no es para sobrevivir… es para vivir.

Se quedó en silencio. ¿Acaba de motivarse a sí mismo? ¿En voz alta? ¿Está loco?

No, Ernesto. Estás más cuerdo de lo que crees.


La ciencia respalda a Ernesto (y a ti también)

Hablar contigo mismo no solo es normal, es una herramienta poderosa. Según estudios en psicología cognitiva, el diálogo interno regula nuestras emociones, refuerza la memoria y mejora la toma de decisiones. Así que no, no estás loco por decirte: “tranquilo, tú puedes” mientras esperas en la fila del banco o “¿dónde dejé las llaves?” por décima vez.

La clave está en cómo te hablas. Si tu diálogo interno parece un villano de telenovela que te llama inútil cada cinco minutos, hay que cambiar el guión. Pero si te conviertes en tu propio entrenador personal, terapeuta express o mejor amigo con estilo, entonces estás en el camino correcto.


El estilo importa: cómo hablarte mejor

Ernesto empezó a notar que su día cambiaba dependiendo del tono que usaba para hablarse:

  • En vez de decir “¡Otra vez llegaste tarde, inútil!”, se decía “Ok, llegamos tarde, ¿cómo evitamos que pase mañana?”
  • En lugar de “Esto es un desastre, lo arruiné todo”, optaba por “Esto se siente difícil ahora, pero ya has superado cosas peores.”

Consejo práctico 1: Usa tu nombre. Decir “Tú puedes, Laura” en lugar de “yo puedo” ayuda a crear distancia emocional y calma.

Consejo práctico 2: Cambia el juicio por curiosidad. No digas “¿por qué soy tan flojo?”, di “¿qué me está costando hoy y por qué?”.

Consejo práctico 3: Si vas a ser dramático, ¡sé un drama queen positiva! Algo como: “¡Vamos, mi reina, que hoy brillamos aunque sea con luz de lámpara!”


La historia continúa…

Un mes después, Ernesto seguía hablando consigo mismo. En voz alta, en sus notas del celular, en la ducha… pero ahora lo hacía con estilo, con intención y con cariño. Su ansiedad bajó, sus ideas fluyeron mejor, y hasta su gato empezó a sentarse más cerca (tal vez por curiosidad… o por el tono calmado).


Frase para compartir (o repetir cuando lo necesites):

🌀 “Hablar contigo mismo no es una rareza, es un acto de sabiduría. Solo asegúrate de usar un buen tono… y mejor si tiene estilo.” 🌀


¿Te gustó? Compártelo con esa persona que se responde sola en el súper… y hazle saber que no está sola, está en modo sabio con estilo. ¿Y tú? ¿Cómo te hablas hoy?


Trastornos mentales de Los Simpson: 10 personajes y sus “locuras” más conocidasTrastornos mentales de Los Simpson: 10 personajes y sus “locuras” más conocidas21 de septiembre de 2025Psicólogo Juan José Hernández Lira

aceptación incondicional Agresividad Albert Ellis Ansiedad autoaceptación autoestima autoexigencia baja tolerancia a la frustración bienestar bienestar emocional Cambiar cambio emocional comunicación control emocional crecimiento personal creencias irracionales Depresión diálogo interno emociones emociones intensas emociones negativas enojo Estrés fff Insomnio Manejo de conductas Manejo de emociones Metas Motivación Pareja pensamiento irracional pensamientos irracionales perfeccionismo Recursos Resiliencia Responsabilidad emocional Salud Mental SaludMental Terapia Terapia Cognitivo Conductual terapia racional emotiva Terapia Racional Emotiva conductual Tolerancia a la Frustración Trastornos TREC

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Descubre más desde Psicólogo en línea