La terapia racional emotiva conductual (TREC) es un tipo de psicoterapia que se basa en el principio de que nuestros pensamientos influyen en nuestras emociones y comportamientos. Según la TREC, muchas de las dificultades que experimentamos en la vida se deben a creencias irracionales o distorsionadas que tenemos sobre nosotros mismos, los demás y el mundo.
Una de las áreas en las que la TREC puede ser útil es en la construcción de una imagen corporal positiva. La imagen corporal es la percepción que tenemos de nuestro aspecto físico, y puede afectar a nuestra autoestima, nuestra salud y nuestro bienestar. Muchas personas tienen una imagen corporal negativa, es decir, se sienten insatisfechas o avergonzadas de su cuerpo, lo que puede generar problemas como trastornos alimentarios, depresión o ansiedad.
La TREC nos ayuda a identificar y cuestionar las creencias irracionales que tenemos sobre nuestro cuerpo, y a reemplazarlas por otras más racionales y adaptativas. Por ejemplo, si creemos que nuestro valor como persona depende de nuestro peso o de nuestra talla, podemos desafiar esta idea preguntándonos: ¿Qué evidencia tengo de que esto sea cierto? ¿Qué beneficios me aporta pensar así? ¿Qué consecuencias negativas tiene para mí? ¿Qué otras formas hay de valorarme como persona?
Al cambiar nuestros pensamientos sobre nuestro cuerpo, podemos cambiar también nuestras emociones y comportamientos. Podemos sentirnos más seguros, más felices y más libres. Podemos cuidar mejor de nuestra salud física y mental, sin caer en conductas extremas o perjudiciales. Podemos disfrutar más de nuestra vida y de nuestras relaciones.
La TREC no es una solución mágica ni instantánea. Requiere un trabajo constante y una actitud activa por parte del paciente. Sin embargo, puede ser una herramienta muy eficaz para construir una imagen corporal positiva y mejorar nuestra calidad de vida.


